La crisis del nuevo coronavirus representa un parteaguas, un antes y un después, para la economía de la mayoría de países del mundo, y Panamá no es la excepción.
La expresión la utilizó el economista Felipe Chapman en el foro virtual “Panamá: Covid-19, economía y tejido social”, organizado recientemente por The Center for Latin America and Caribbean Studies.
Aunque está por definirse el impacto final que tendrá la crisis en la economía porque aún no se ha controlado la pandemia ante la ausencia de una cura o de una vacuna contra la Covid-19, las proyecciones que hacen gremios y especialistas han seguido una trayectoria descendente, mientras se prolongaban las medidas de distanciamiento social y paralización de muchas actividades económicas.
El propio Chapman, socio director de Indesa, dijo que a finales del año pasado y principios de este se estimaba un crecimiento alrededor de 4% para 2020, pero la llegada de la pandemia ha provocado hasta cuatro revisiones a la baja por parte de esta firma. De una contracción de 2.7% que se preveía en marzo, se pasó a un 4% en junio, un 11.4% en julio y un 13.6% en agosto, que se mantiene actualmente.
PIB de 2020 - Estimaciones de desempeño
13.6% se contraerá la economía este año, según Indesa.
12.5% contracción estimada por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura.
10%-12% estimación de la contracción de la economía, según el Colegio de Economistas de Panamá.
9% contracción que espera el Ministerio de Economía y Finanzas.
Una trayectoria similar han seguido estimaciones de otras entidades, tanto locales como internacionales, y en la mayoría de los casos, las revisiones más recientes apuntan a contracciones que superan el 10%. Por ejemplo, la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura prevé una caída de 12.5%; el Colegio de Economistas de Panamá se mueve en el rango entre 10% y 12% de contracción, mientras que la agencia de calificación de riesgo Moody’s y el banco estadounidense Bank of America apuntaron a una contracción de 10% en sus últimos informes.
El Ministerio de Economía y Finanzas, por su parte, mantiene una estimación de contracción de 9% para este año, lo que supondría pasar de un producto interno bruto (PIB) nominal de $66,801 millones al cierre de 2019 a uno de $60,789 millones cuando termine este año.
La dimensión final de la contracción dependerá del comportamiento del último trimestre del año, que se espera sea mejor que el segundo y el tercero, porque ya habrá reiniciado la mayoría de los sectores económicos.
No obstante, si la pandemia resurge y se volvieran a decretar cierres de negocios, la contracción podría ser más profunda.
Un ajuste de tal calibre en la economía tiene sus efectos en el desempleo, que se estima llegará hasta un 25%, lo que equivaldría a unas 500 mil personas sin trabajo.
Según la estimación de Chapman, el PIB per cápita pasaría de unos $17,000 a unos $14,500.
Mientras, el economista Carlos Araúz también se refiere al deterioro que provocará la pandemia en el tejido empresarial.
“Lamentablemente, el tiempo de encierro que apagó al país por seis meses asfixió la endeble esperanza de reactivación que enero y febrero despertaron. Miles de negocios no sobrevivirán llevando a más deuda, porque las recaudaciones fiscales son casi inexistentes”, apuntó.
Luego de una profunda caída en 2020, se espera retornar a la senda de crecimiento en 2021.
Según el MEF, el repunte será de 4%, mientras que Indesa lo eleva hasta un 7.1%. A pesar del mayor dinamismo de la actividad, un ejercicio no será suficiente para que el tamaño supere los niveles que tenía en 2019. Para eso habría que esperar, al menos, otro año con un ritmo elevado de crecimiento.