La Reserva Federal (FED) y otros reguladores bancarios están alertando de una nueva señal de advertencia para la economía de Estados Unidos: las empresas devastadas por la Covid-19 tienen una deuda de un millón de millones de dólares y un alto porcentaje está en riesgo de quiebra.
Los organismos de control señalaron que 29.2% de los préstamos corporativos complejos enfrentaban problemas en 2020, frente a 13.5% en 2019, según un informe publicado por la FED y otras agencias.
Los bienes raíces, el entretenimiento, el transporte, el petróleo y el gas y el comercio minorista se mencionaron como áreas particularmente problemáticas. Los reguladores agregaron que una “parte desproporcionada” de los préstamos más riesgosos estaban en manos de entidades no bancarias, como fondos de inversión que se dedican a los préstamos apalancados, aseguradoras y fondos de pensiones.
“Si bien el riesgo ha aumentado, muchos bancos agentes han fortalecido sus sistemas de gestión de riesgos desde la recesión anterior y están mejor preparados para medir y mitigar los riesgos asociados con los préstamos en el entorno actual”, dijeron la FED, Federal Deposit Insurance Corp. y la Oficina del Contralor de la Moneda en un comunicado que acompañó al lanzamiento de su Revisión del Crédito Nacional Compartido. Aun así, la participación de los bancos en los préstamos más débiles también ha aumentado y algunas de sus tenencias, particularmente las asociadas con el petróleo y el gas, se enfrentan a rebajas de calificación crediticia durante la pandemia, según el informe. El porcentaje de préstamos bancarios considerados por debajo de los estándares preferidos por los reguladores aumentó a 45%, frente a 35% el año anterior.
Los bienes raíces, el entretenimiento, el transporte, el petróleo y el gas y el comercio minorista representaron 21.6% de los préstamos que los reguladores examinaron.
