Durante los últimos años las tiendas por departamento Felix B. Maduro han registrado una progresiva caída en sus ventas, lo cual se agravó con las medidas de confinamiento y el cierre del comercio a raíz de la pandemia.
Tal situación ha dejado a la empresa Importadora Maduro, tenedora de las tiendas Felix B. Maduro, en un estado de inminente insolvencia y cesación de pagos con bancos y proveedores, con quienes acumula deudas por $70 millones.
En el sistema financiero mantienen compromisos con Banistmo, Banco Aliado, Banco General y Banesco, de acuerdo con la información suministrada ante el juez séptimo del Circuito Judicial de Panamá, Guillermo Ballesteros, quien admitió el proceso de reorganización solicitado por la empresa, el cual tiene como propósito principal acordar nuevos compromisos de pago, en medio de una reestructuración financiera y operativa que les permita seguir con las tiendas abiertas.
Proceso judicial
A mediados de enero de 2021 se conoció de la solicitud de reorganización, cuyos trámites iniciaron en diciembre de 2020. Esta fue admitida el pasado 5 de febrero por el Juzgado Séptimo del Circuito Judicial de Panamá.
En este proceso judicial se designó a José Ángel Hidrogo, como administrador concursal, con honorarios provisionales por $7,000.
Hidrogo tendrá la obligación de presentar documentos y elementos de prueba que aporten a los interesados la graduación de créditos, así como inventarios y avalúos de los bienes del deudor, que incluyan las acreencias causadas a la fecha de inicio del proceso.
Durante el proceso de reorganización, la empresa queda protegida de secuestros. Por otro lado, la compañía no podrá hacer transferencia de su patrimonio, salvo previa autorización del juez.
Desde el pasado 21 de diciembre, los accionistas de Importadora Maduro resolvieron acogerse al proceso de reorganización, debido a la acumulación de deudas contraídas con los bancos y los recortes efectuados por los proveedores de mercancía en las líneas de crédito, lo cual ha causado dificultad para reponer inventarios, cuya venta es la principal fuente de ingresos de las tiendas.
Felix B. Maduro forma parte de un segmento de la economía que ha resultado severamente golpeado por la pandemia del coronavirus.
El comercio al por menor estuvo cerrado de forma presencial de marzo a septiembre de 2020. Durante este periodo solo se permitían las ventas online, con delivery, y luego los retiro en tiendas.
Esta modalidad del negocio apenas permite facturar un 20% de lo que habitualmente hacen los comercios.
Y en el caso de Felix B. Maduro, la situación es más compleja debido a su historia reciente.
Ante el juzgado, la empresa reconoció como un impacto financiero negativo acumulado su inclusión en la Lista Clinton.
En febrero de 2015, la cadena fue vendida al Grupo Wisa, de Abdul Waked.
Con la inclusión de este comerciante en la Lista Clinton del Departamento del Tesoro estadounidense en 2016, Waked vendió el negocio un año más tarde, en 2017, a FBM Retail Group.
El conglomerado FBM Retail Corp. está compuesto por Grupo Arrocha, de Panamá; y Grupo Diunsa, S.A. y A.F. Internacional, Corp., de Honduras.
En este momento la cadena de tiendas por departamento continúa operando de manera regular y sus programas de fidelidad, tarjetas de compras y clubes de mercancía continúan implementándose de forma habitual.
La empresa ha dicho que “el proceso concursal de reorganización es una herramienta de gestión creada por la Ley 12 del 19 de mayo de 2016, que consiste en convocar a los acreedores ante un proceso para renegociar -de común acuerdo- sus deudas, reestructurando y reorganizando a la empresa, con la finalidad de establecer un plan de alivio que permita la continuidad del negocio y la conservación del valor empresarial”.