Las exportaciones panameñas de frutas tropicales como melón y sandía, no lograron escapar de los efectos de la pandemia generada por la Covid-19. La baja en el consumo y los cierres de algunos canales de comercialización provocó que la fruta enviada a Rotterdam, el puerto más grande de Europa, ubicado en Países Bajos fuera a parar a la basura.
Víctor González, miembro de la junta directiva de la Gremial de Agroexportadores de Productos No Tradicionales de Panamá (Gantrap), manifestó que la disminución en el consumo de esta fruta altamente perecedera, provocó que más de 40 contenedores de sandía enviados desde Panamá se tuvieron que incinerar.
En las semanas entre el 9 y 20 de marzo nuestros clientes en Rotterdam nos informaron que la fruta en puerto se estaba dañando y que se debía incinerar, detalló González, propietario de la exportadora Agrotropical Sostenible, S.A.
La empresa exportó este año 113 contenedores de sandía, pero 40 de ellos se dañaron en los mercados de destino.
Con la pandemia el poder adquisitivo cayó y los consumidores prefieren invertir sus recurso en otros artículos de primera necesidad, a pesar de que lo recomendable para fortalecer el sistema inmunológico son las frutas y hortalizas, dijo González.
Igualmente manifestó, que las pérdidas ahora son mayores a las que pudieron registrarse si la fruta no se hubiese enviado a Europa.
“Además de que la fruta se dañó debemos asumir los costo de la incineración. En cada contenedor se transportaban 1,400 cajas de sandías con un peso promedio de 25 mil kilogramos de la fruta, explicó González.
En Río Grande, provincia de Coclé, Agrotropical Sostenible, S.A. tiene en producción 107 hectáreas, entre sandía y melón para la exportación.
Durante el presente ciclo agrícola los agroexportadores agremiados en la Gantrap programaban exportar 800 contenedores entre sandía y melón, con capacidad para 20 mil kilogramos de fruta por contenedor, aproximadamente. Sin embargo, debido a la Covid-19, solo se pudo enviar un 60% de los contenedores estimados, agregó el productor Francisco Antúnez.
El también integrante de la Gantrap, manifestó que del 40% de los contenedores que no se pudo exportar, una parte se comercializó en el mercado local, y además, se perdieron aproximadamente 80,000 quintales de la fruta en el campo.
El 70% de la producción de sandía y melón panameña se exporta a Europa, principalmente a Rotterdam, Países Bajos, y a España, en su mayoría a Barcelona, una de las ciudades con mayor número de contagios por la Covid-19. El 30% se comercializa en Estados Unidos.
Roberto Tribaldos, presidente de la Asociación Panameña de Exportadores (APEX), manifestó que el cierre de fronteras en Europa ha desajustado la cadena logística y sus efectos también se sienten en Panamá.
Al igual que en muchos mercados, el cierre de restaurantes y hoteles ha frenado la demanda de frutas, un producto altamente requerido por la industria del turismo local e internacional.
Ante esta crisis, algunos exportadores han recurrido a otros destinos para tratar de comercializar sus productos. Sin embargo, reconoce que se están viviendo momentos difíciles, pero guarda la esperanza de que se pueda salir de esta pandemia que tiene contra las cuerdas a la economía global.
Rosmer Jurado, expresidente de la APEX profundiza en que el sector requiere conocer las estadísticas actualizadas de exportación. La Contraloría General de la República solo ha revelado las estadísticas de enero 2020 y esta información es vital para definir las estrategias a seguir.
“Tenemos una situación complicada porque no sabemos cuánto tiempo durará esta cuarentena y ya se registran pérdidas en las exportaciones de frutas como melón, sandía y piña”.
Otros alimentos que verán mermadas sus ventas son el filete de pescado (fresco y refrigerado), camarón y demás productos del mar. El cierre de restaurantes y hoteles en Europa e Islas del Caribe le quitará el impulso que en enero paso lograron tener estos rubros, resaltó Jurado.
El valor de las ventas de pescado y filete de pescado (fresco, refrigerado y congelado) contabilizó 4.4 millones de dólares, la cifra representa un incremento del 3.9%, en comparación con igual mes del año pasado. Mientras que la comercialización de camarón sumó 3 millones de dólares, un alza de 129.9%, comparado con enero de 2019, según las últimas cifras publicadas por la Contraloría.
A pesar de la caída en las exportaciones, Antúnez de la Gantrap reconoce que los productores deben prepararse para “el día después” de la pandemia y evitar una crisis alimentaria.
“La seguridad alimentaria del país no se sustenta solo en arroz y carne. Hay que incentivar la siembra de otros productos que también forman parte de la dieta esencial del panameño”, dijo el agroexportador.
En este sentido, indicó que es fundamental que se renueven los campos y que en las tierras en las que hoy se pierde la sandía y melón se programe la siembra de otros cultivos como zapallo, maíz, yuca, ají, tomate y pepino.
“Solo así se garantizará que en junio próximo se tenga productos para abastecer al consumo local de alimentos” manifestó el representante de la Gantrap.
En el país las zonas productivas de cucurbitáceas (sandía, melón y calabaza) para la exportación se desarrollan en San Juan y Alanje, en la provincia de Chiriquí; Soná y Calobre, en Veragua; Coclé, Herrera, Los Santos y Panamá Oeste.
Al extranjero se envía la sandía quetzali y sin semilla. Mientras que en melón se exportan las variedades dorado, piel de sapo y galia.