Los países del Grupo de los Siete respaldaron una extensión de la congelación de los pagos de deuda de las naciones más pobres del mundo que lidian con la Covid-19, al tiempo que dieron a entender su crítica hacia China por no participar plenamente.
El apoyo del club de economías industrializadas, cuyos ministros de Finanzas se reunieron ayer, señala un creciente consenso dentro del Grupo de los 20, un organismo más amplio que incluye a China.
Pero los países resaltaron la necesidad de que los miembros que no forman parte del grupo de acreedores del Club de París participen plenamente en el alivio de la deuda, un comentario probablemente dirigido a la nación asiática.
Financiamiento
De los pagos que debían realizar las naciones más pobres este año correspondían a deudas que mantienen con China según datos del Banco Mundial. El gigante asiático ha otorgado muchos préstamos con términos que no son transparentes y con tasas de interés altas.
China es el mayor acreedor bilateral oficial que no está en el Club de París. En abril, el G20 lanzó una iniciativa de suspensión del servicio de la deuda de ocho meses, o DSSI por sus siglas en inglés, para ayudar a más de 70 países. Francia ha apoyado públicamente la idea de dar más alivio.
La deuda será un tema central de las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que se celebrarán de manera virtual el próximo mes. Los ministros de Finanzas del G20 decidirán sobre la duración de la extensión y cómo incluir a los acreedores privados que se han mostrado reacios a unirse a la moratoria. Hasta el momento, 42 países han solicitado un alivio de la deuda bilateral, y la mayoría se abstuvo de exigir una exención a los acreedores privados por temor a que pudieran quedar excluidos de los mercados de deuda.
“Hacemos un llamado a los prestamistas que no pertenecen al Club de París a comprometerse con la implementación total y transparente de la iniciativa DSSI a través de todas las entidades gubernamentales en el futuro”, dijeron los ministros de Finanzas del G7 en un comunicado conjunto el viernes. “Reiteramos nuestro llamado a los acreedores privados para que implementen la iniciativa DSSI de forma voluntaria cuando lo soliciten los prestatarios elegibles”.