Un aumento del gasto social en México impidió que 2.5 millones de personas cayeran en la pobreza entre 2018 y 2020, pero aún así aumentó debido en parte a la pandemia, afirma un técnico del FMI.
Durante ese periodo el índice de pobreza pasó de 41.9% a 43.9%, pero sin los gastos sociales los indicadores “habrían empeorado aún más, al 45.9”, es decir otros 2.5 millones de personas, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
La pandemia de la Covid-19 deja cicatrices económicas que probablemente afecten más a los pobres a causa, por ejemplo, de la pérdida de aprendizaje debido a las brechas en el acceso a internet, afirma Swarnali Ahmed Hannan, del Departamento para las Américas del FMI.
Los aumentos del gasto en programas sociales en 2020 mitigaron el impacto negativo de la pandemia en el empleo, pero las vulnerabilidades sociales aumentaron, añade. El gobierno respondió a la pandemia aumentando el gasto en salud y el apoyo presupuestario directo a hogares y empresas en un 0.7 % del PIB, “una cantidad modesta en comparación con otras economías de mercados emergentes”, estima el autor. Swarnali Ahmed Hannan aboga por un gasto social mayor y más eficiente para reducir las brechas socioeconómicas.