Generadora de Gatún, tras licencia de NG Power

Generadora de Gatún,  tras licencia  de NG Power


En el mercado eléctrico panameño, ha hecho su aparición la sociedad Generadora de Gatún, S.A., que adelanta negociaciones para adquirir los derechos de Panamá NG Power, de acuerdo con información obtenida por este diario tras consultas con fuentes vinculadas al proceso entre las partes.

La transacción, que estaría por definirse en las próximas semanas, le daría a Generadora de Gatún la posibilidad de explotar la licencia de generación eléctrica a base de gas natural licuado que, en 2013, le permitió a NG Power ganar en una licitación un contrato para el suministro de 550 megavatios.

Detrás de esta sociedad están varias empresas, entre ellas la estadounidense AES, que opera varias plantas de generación eléctrica en Panamá, además de InterEnergy, que también administra una planta eólica en Penonomé, Coclé, y una de generación solar en Chiriquí.

En Generadora de Gatún participan como director-presidente, Juan Ignacio Rubiolo, según consta en el Registro Público de Panamá. Rubiolo se desempeña como presidente de AES México, Centroamérica y el Caribe.

El director tesorero de la sociedad es Miguel Bolinaga, presidente de AES en Panamá; mientras que como directora-secretaria aparece Mónica Lupiáñez, vinculada a InterEnergy Group.

Pese a que se desconocen los detalles y términos de la negociación, una fuente ligada al proceso confirmó que Generadora de Gatún se mantiene en las conversaciones, pero hasta el momento no ha habido un acuerdo definitivo.

Las partes estarían negociando algunos temas, como el área donde se desarrollaría el proyecto, que es en Telfers, Colón, terrenos que pertenecen a la Unidad de Bienes Revertidos y para lo cual NG Power tenía un contrato de arrendamiento.

El otro aspecto es el contrato por 20 años de suministro de energía que ganó NG Power en la licitación que organizó la estatal Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa) en 2013, para abastecer a las distribuidoras ENSA y Naturgy (Edemet-Edechi).

El compromiso que tenía NG Power, con su proyecto de 670 megavatios de capacidad, era comenzar a despachar energía en 2017, pero la empresa tuvo una serie de tropiezos en el camino con el regulador, entre ellos, la entrega del cierre financiero del proyecto.

Tras la presentación de varios recursos legales ante la Corte Suprema de Justicia por parte de NG Power -en la cual participan Mayor Alfredo Mello Alemán y José Dapelo, entre otros- el proyecto logró sobrevivir obteniendo la posposición del plazo para cumplir con algunos de los requisitos exigidos, al igual que más tiempo para el compromiso de suministro de energía.

La licencia definitiva a NG Power para desarrollar este proyecto se la otorgó la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP) en 2014, pero la licencia provisional la recibió el 30 de marzo de 2011, es decir, hace 10 años, con la cual pudo participar como único proponente en la licitación de 2013.

El retraso para el inicio de operaciones de este proyecto y de la planta de generación con gas natural licuado de la empresa china Sinolam Smarter Energy, mantiene en incertidumbre al mercado eléctrico panameño, porque desde entonces no se han hecho nuevas licitaciones a largo plazo para el suministro de energía, por temor a una sobrecontratación.

Por el otro lado, algunas de las empresas de generación que participan en el mercado eléctrico y a las cuales se le culminaron los contratos de generación, se han visto obligadas a cerrar y retirarse del mercado.

De alcanzar un acuerdo entre Generadora de Gatún y NG Power, algunos expertos del sector creen que el proyecto se concretaría en el corto plazo, teniendo en cuenta la experiencia de AES, que en menos de 30 meses construyó la planta de gas natural que opera en Colón desde 2018 y que se convirtió en el primer proyecto de este tipo en la región.

Sin embargo, también hay otros que advierten el riesgo de que un solo operador sea el participante en un alto porcentaje de generación del país.

AES opera las plantas de Bayano (260 MW), Estí (120 MW), Changuinola (222 MW), AES Colón (381 MW), Estrella (47 MW) y Valles (54 MW), entre otros.

Es decir, más de mil megavatios de instalación que representan el 50% de la demanda actual del país.

Aunque el gas natural es un combustible fósil, es menos contaminante y se considera como una fuente de transición para sacar del mercado al diésel y el búnker, y dar paso a las energías renovables no convencionales, como solar y eólica.

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