La industria mundial del refino está entrando en una fase de consolidación debido a que la desaceleración del crecimiento de la demanda de petróleo coincidirá con proyectos a gran escala que comenzarán a funcionar el próximo año, según Goldman Sachs Group Inc.
El golpe a la demanda por el coronavirus aún no ha ocasionado retrasos en varios megaproyectos de refino, la mayoría en China y Oriente Medio, que comenzarán a operar desde 2021 a 2024, dijo el banco en un comentario. Ello hará que las tasas de utilización mundial sean un 3% más bajas durante este período que en 2019. “Esperamos que la competencia se intensifique, lo que llevará a márgenes de refino por debajo del consenso, y a medio ciclo, para 2021-22 y posibles cierres de refinerías en mercados desarrollados”, dijeron analistas entre los que se incluyen Nikhil Bhandari en un comentario. La demanda mundial de petróleo volverá a los niveles previos al virus para 2022, dijeron.
Los mercados emergentes generarán la mayor parte del crecimiento del consumo de petróleo en la primera mitad de esta década y las nuevas mega-refinerías se ubicarán cerca de donde se encuentre la demanda, según Goldman. Ello significa que es más probable que el cierre de refinerías sea en los países desarrollados.
Entre los productos derivados del petróleo, la gasolina liderará la recuperación de la demanda de combustible, dijo el banco.
Las perspectivas para los destilados son más turbias, ya que la recuperación del combustible para aviones será más lenta y el consumo de diésel sufrirá el impacto del crecimiento de vehículos eléctricos a medio plazo. Además, los destilados tienen gran peso en las nuevas mega-refinerías.