El ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, señaló ayer que la actividad económica se ha venido recuperando en los últimos trimestres, aunque reconoció que no a la velocidad que se querría.
El titular de Economía dijo que el año pasado, en el segundo trimestre, “hubo una caída espectacular de la producción” y que, desde entonces, “este paciente que es la economía se ha ido recuperando, pero no a la velocidad que nosotros quisiéramos”. Apuntó que, además de las proyecciones de organismos internacionales, “por los análisis que nosotros tenemos, sí pensamos que vamos a tener una recuperación bastante importante” este año.
La semana pasada se conoció que el producto interno bruto (PIB) del primer trimestre de 2021 fue 8.5%, inferior al mismo lapso de 2020. En aquel periodo del año pasado, dos meses completos (enero y febrero) se desarrollaron en la normalidad previa a la pandemia y en marzo ya hubo alguna afectación.
Este año, por el contrario, inició con fuertes restricciones impuestas por el Gobierno, incluyendo el confinamiento de la población durante dos semanas en las provincias de Panamá y Panamá Oeste.
Alexander dijo que el primer trimestre de este año se comportó de manera similar al último de 2020 y que desde la caída del segundo trimestre de 2020, la tendencia ha sido de mayor actividad de manera paulatina. “El enfermo se está recuperando, pero no en plenitud de salud”, dijo.
Otro indicador que refleja la producción es el índice mensual de actividad económica, que igualmente muestra una tendencia ascendente a medida que pasan los meses, aunque todavía, cuando se comparan los cinco primeros meses de este año con el mismo periodo del año pasado, el resultado refleja una contracción del 1.85%.
La expectativa, tanto del MEF como de analistas locales, es que el segundo semestre del año se produzca un mayor repunte. Alexander dijo que, por ahora, mantienen la estimación de crecimiento de 9% para el conjunto del ejercicio.
Una proyección similar, aunque algo más conservadora, tiene la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, con un 8.2%.
La llegada masiva de vacunas al país a partir de este tercer trimestre del año y la consiguiente inmunización de la ciudadanía será clave en el proceso de recuperación.
“Las vacunas son uno de los principales instrumentos de política pública... Es lo que va a facilitar el sostenimiento de la reapertura y la fuerza con que podamos recuperar nuestra economía”, apuntó el ministro, que dijo que se han comprometido $102 millones para la adquisición de vacunas.
El titular de economía dijo que, como ya sucedió el año pasado, en este ejercicio se ha estado haciendo una reestructuración del presupuesto para atender las necesidades generadas por la pandemia, principalmente desde el punto de vista sanitario y de ayudas sociales.
El elevado presupuesto de gasto, especialmente en la parte operativa, unido a unos ingresos lastrados por la crisis, se han traducido en mayores niveles de déficit fiscal, tanto en 2020 como en 2021, elevando así la deuda pública.
Solo entre 2019 y 2020, la relación entre deuda y producto interno bruto (PIB) pasó de 46.4% a 69.8% y, completada la primera mitad de 2021, el saldo de la deuda pública llegó a los $39,684 millones.
Consultado al respecto, Alexander dijo que para una economía como la panameña, sin banca central, teniendo el año pasado y este la pandemia, lo prudente era traer la mayor cantidad de recursos de afuera para ejecutar una política anticíclica e introducir la mayor cantidad de recursos, algo que, dijo, se ha hecho a través del sistema financiero y sosteniendo el presupuesto, con el pago de recursos humanos, así como los subsidios tradicionales y las transferencias que se hacen anualmente a la Caja de Seguro Social.
Reconoció, como ha hecho en otras ocasiones, que lo que ha sucedido en 2020 y 2021 “no es sostenible”, y adelantó que, a partir de 2022, se debe empezar a reflejar la tendencia de una menor importancia relativa del gasto corriente para moverse hacia la generación de ahorros corrientes y así propiciar una mayor inversión.
En 2022 “se van a ir viendo mejores indicadores”, vaticinó. Así lo marca, al menos, la Ley de Responsabilidad Social Fiscal, que paulatinamente va permitiendo márgenes más estrechos de déficit fiscal hasta llegar a un 1.5% del PIB en 2025.
“Solo el hecho de que vaya cayendo [el déficit] te va generando una mejor trayectoria de la relación deuda-PIB” y, por lo tanto, una situación “más favorable para el manejo de las finanzas públicas”.