Aunque la pandemia ha podido cambiar las prioridades en algunas empresas, lo cierto es que muchas marcas multinacionales han reafirmado su compromiso en la ruta hacia la sostenibilidad. Algunos casos ponen en evidencia que lejos de ser un maquillaje o greenwashing, como ocurre en algunos casos, grandes marcas globales están liderando una profunda transformación en sus procesos productivos.
Nestlé ha comunicado que invertirá más de 3 mil 200 millones de dólares y mantiene su hoja de ruta para reducir a la mitad sus emisiones en 2030 y alcanzar cero emisiones netas en 2050. Entre sus medidas contempla la ayuda a agricultores para promover una agricultura regenerativa, la plantación de millones de árboles en los próximos 10 años y el uso de electricidad 100% renovable para 2025. Además, la multinacional está centrada en potenciar marcas neutras en carbono.
Salvatore Ferragamo apunta a la misma dirección. Desde 1990, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) han incrementado en un 50%, pero las emisiones crecieron más rápidamente entre 2000 y 2010, en comparación con las tres décadas anteriores; un ritmo alarmante que ha puesto la sostenibilidad en el centro de atención de la firma italiana de lujo, que busca reducir sus emisiones de gases efecto invernadero en 42% para 2029. La empresa se puso un objetivo medible en un plazo de diez años, que ayudará a limitar el aumento de temperaturas a menos de 1.5 grados Celsius, como exige el Acuerdo de París (2016).
Procter&Gamble también ha reiterado su compromiso de neutralizar sus emisiones de carbono a nivel global para el año 2030, un anuncio con el que refuerza su estrategia de sostenibilidad con la ampliación de sus retos medioambientales en una década clave para la acción climática. Para ello, P&G priorizará la compra de electricidad procedente de fuentes renovables e impulsará proyectos basados en la energía eólica, solar y geotérmica, alineando así sus esfuerzos, que continuarán más allá de 2030, con las pautas marcadas por la ciencia para limitar el aumento global de las temperaturas.
Nike también ha compartido la información sobre su impacto medioambiental y social como parte de su compromiso con la transparencia. El propósito de la marca es unir al mundo a través del deporte para ayudar a crear un planeta sano, comunidades activas y un campo de juego igual para todos.
Por ello, presentó en Nueva York, en el marco del Nike Future Forum 2020, nuevas colecciones que cuentan con materiales sostenibles para todo atleta y presentó su último informe sobre el impacto ambiental en el cual detallan las instalaciones que utilizan energías 100% renovables. Move together - move to zero, representa el camino de Nike hacia la neutralidad en las emisiones de carbono y la reducción a cero de los residuos para proteger el futuro del deporte.
El futuro de las marcas tiene que ver con la sostenibilidad. Las marcas tendrán que presentar sus credenciales sociales y ambientales para contar con el respaldo del consumidor.
El autor es consultor en comunicación estratégica.