Incumplimiento con las reservas pasa factura

La ley orgánica de la Caja de Seguro Social (CSS), la Ley 51 de 2005, establece que el sistema de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) debe tener una reserva mínima de 2.25 veces del total de sus gastos anuales; sin embargo, esta norma siempre se ha ignorado.

Las distintas administraciones de la CSS ni siquiera generaban de forma oportuna y completa sus estados financieros. Tampoco se hacían informes actuariales con los cuales se podría haber demostrado tales necesidades de financiamiento. Así que bajo la excusa de no tener información veraz y auditada, sistemáticamente se fue dilatando el aporte de fondos que en estos momentos tanto se necesita.

La historia sería completamente diferente si de forma atomizada y en los años de bonanza económica, cuando Panamá crecía a doble dígito, se hubiesen registrados los aportes para cumplir con las reservas mínimas. Pero ahora, en medio de una pandemia y la declaratoria de un estado de emergencia, el desplome del producto interno bruto en 17.9% y la pérdida de empleo del 15% de los panameños, ha salido a flote la precaria situación del IVM, con necesidades inmediatas de aportes por $3,340 millones a las reservas para cerrar la brecha que se generó a lo largo de casi 15 años.

Este aporte se tendría que haber hecho desde el año pasado para así contar con los fondos que se necesitan y continuar con aportes a las reservas por arriba de los $1,000 millones a partir de 2024, según las proyecciones financieras.

La situación es devastadora desde el punto de vista fiscal y social.

El país debe hacerle frente al pago de las pensiones de unos 290 mil jubilados, además de las miles de personas que están por retirarse y que tienen como único salvavidas el pago de sus jubilaciones.

Jorge Nicolau, consultor y estudioso de los sistemas de pensiones, hizo un análisis del último informe actuarial entregado a la junta directiva de la CSS en febrero de 2020, el cual se basa en información financiera disponible hasta 2019. Nicolau recalca entre sus conclusiones que si los gobiernos hubiesen hecho los respectivos aportes desde el 2009, el monto que desde el año pasado se tenía que entregar para alimentar las reservas sería materialmente menor.

El problema de fondo es que el subsistema exclusivo de beneficio definido del IVM cada vez recibe menos ingresos en concepto de cuota obrero-patronal, y se enfrenta a gastos crecientes para pagarle a los jubilados.

En este sentido, para cubrir los déficits anuales, el Estado debe aportar, después de aplicar las reservas, la suma de $6,458 millones en 10 años.

Mientras que para cumplir con la reserva mínima por ley, debe propiciar la suma de $13,074 millones durante la próxima década.

Este monto realmente llegaría a $13,620 si se cuantifican los cotizantes inactivos, es decir, quienes no están haciendo los pagos de la denominada cuota obrero-patronal en el año de análisis (2019), aunque sí han hecho contribuciones para jubilarse.

“No hay forma de financiar todo lo que se necesita con el tamaño de nuestra economía”, dijo Nicolau.

El informe actuarial señala que para mantener el indicador de reservas contables por encima de 2.25 veces del gasto anual, se necesitan fondos adicionales en concepto de capital semilla y aportes anuales.

Los actuarios de la junta técnica precisan que, con base en los cálculos operativos de 2020 y con la información que tienen disponible a la fecha, el déficit de 2020 sería de unos $823 millones.

Considerando los déficits entre 2018 y 2020, anticipan que en el transcurso de los próximos meses la administración de la CSS estará solicitando al Banco Nacional de Panamá aproximadamente $1,100 millones del fideicomiso a favor del IVM.

En un año, es decir en 2022, se estaría solicitando otros $554.6 millones al fideicomiso, producto del déficit de 2021, con lo que se agota este fondo.

Y es así como el fin de las reservas del IVM llegará antes de lo esperado, ya que a partir de 2023, sólo se recibirá el aporte anual que actualmente hace el Estado, más los intereses que el fideicomiso genere durante ese año.