Las tendencias laborales están presionando las finanzas de la Caja de Seguro Social (CSS) y su sistema público de pensiones.
De los 716 mil 113 trabajadores informales registrados en la Contraloría General de la República al cierre de 2019, solo el 15% cotizó a la CSS.
Los trabajadores y empresarios son la principal fuente de ingresos del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), de donde se pagan las jubilaciones cuando se entra en edad de retiro.
El problema estructural del subsistema de beneficio definido del IVM es que cada año crece el número de personas a las que hay que pagarle pensiones, mientras que se va reduciendo el número de cotizantes.
El hecho de que la informalidad esté tomando más protagonismo en la escena laboral hace parte de los elementos que dificultan la sostenibilidad del sistema.
Quiénes son los informales
La Organización Internacional de Trabajo (OIT) define como informales a los empleados privados sin contrato laboral, los independientes (aunque paguen impuestos y coticen a la CSS), patronos con menos de 5 trabajadores, empleadas domésticas y trabajadores familiares.
El futuro del IVM ha entrado a un debate nacional a través de un diálogo en el que se pretende concluir con una propuesta de reformas que será entregada al presidente Laurentino Cortizo.
Buscar la manera de que los informales coticen y tengan cobertura médica es parte de las necesidades que se han expresado en el diálogo.
Aunque también se ha advertido que esta única medida no será suficiente para resolver los problemas de fondo que enfrenta el subsistema de beneficio definido del IVM.
Este subsistema está en etapa terminal. Los pagos que se deben hacer a los pensionados van en incremento.
El flujo de caja del subsistema de beneficio definido indica ingresos por $1,090 millones al cierre de este 2021, mientras que tendría obligaciones o egresos por $1,867 millones.
A partir de 2024 la situación empeoraría, puesto que los egresos o pagos a jubilados empiezan a rebasar los $2,000 millones al año, y los déficits están por encima de los $1,000 millones cada año.
En términos de tendencia laboral, de acuerdo con lo que explica el consultor René Quevedo, el principal reto es reconocer que el sistema no ha tomado en cuenta lo que viene sucediendo durante los últimos diez años, entendiendo que Panamá genera principalmente empleo informal.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec) de la Contraloría, en la última década (2010-2020) la mayoría de los empleos generados fueron informales y estatales.
El impacto de la pandemia. Mercado laboral
289 mil empleos perdidos en 2020. La tasa de desocupación en el país pasó de 7.1% a 18.5% según datos del Inec.
777,162 empleos informales no agrícolas se registran en el país al cierre de 2020.
52% de los empleos generados fueron informales entre 2009 y 2019. La pandemia elevó este porcentaje a 92%.
Otra tendencia importante es la dramática contracción que ha sufrido el empleo asalariado privado, que en el 2013 representaba el 53% de la fuerza laboral del país y cayó al 33% en el 2020, una reducción de 20 puntos en 7 años.
Quevedo recuerda que en el 2020 se perdieron 289 mil empleos, pero la planilla estatal aumentó, por lo que todo el impacto laboral de la Covid -19 lo sufrió el sector privado, que perdió 37% de sus empleos formales en un año.
El peso de los informales
“La Covid-19 no generó empleo informal, sino que destruyó el empleo formal”, afirmó el consultor empresarial.
Hoy, 2 de cada 3 trabajadores del país son informales y funcionarios. “Esto no es sostenible”, recalcó.
Por otro lado, advierte que el trabajador informal ya no es el “emprendedor de subsistencia”.
Esto se sustenta con los datos del Inec, los cuales indican que entre el 2018 y 2019 se generaron más de 52 mil empleos (todos informales), de los cuales el 72% involucró profesionales universitarios con más de 50 años de edad que decidieron emprender.
Muchos de ellos pudieron haber emprendido después de haber experimentado años de trabajo como empleados, pero muchos otros probablemente lo hicieron como única opción ante la falta de oportunidades laborales.
“El futuro del empleo estará marcado por el emprendimiento y la tecnología. A corto y mediano plazo, la gran mayoría de los nuevos empleos serán informales, por lo que la incorporación de este colectivo, que representa el motor del empleo en el país, será crucial para el futuro de la CSS”, indicó el especialista.