La huella que dejará la pandemia respiratoria del coronavirus (Covid-19) sobre la industria aérea y el turismo en Panamá marcará el rumbo de estos sectores en los años venideros.
Luego de tres meses de la prohibición que decretó el Gobierno sobre los vuelos comerciales, las proyecciones de pérdidas que registrarán estas industrias no tienen precedentes.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estima que los ingresos de la industria aérea en Panamá disminuirán 81% en comparación con el año pasado, lo que pone en riesgo unos 16 mil puestos de empleo. Para el primer trimestre, IATA proyectó una pérdida de 820 millones de dólares.
En un análisis que incluye la evolución de la pandemia en 10 países de la región, el sector aéreo panameño encabeza la lista con el mayor porcentaje de pérdidas en los ingresos para 2020, superando a Estados Unidos, Argentina, México y Perú, entre otros, mientras que es el tercero con la mayor disminución en el aporte al producto interno bruto (PIB).
El panorama es peor aún si a este cálculo se añaden las pérdidas del turismo, al ser dos segmentos complementarios.
IATA calcula que la pandemia respiratoria provocará que el aporte del turismo y la aviación al PIB disminuya en 5 mil 100 millones de dólares, lo que representa el 60% de los 8 mil 500 millones de dólares que recibió la economía el año pasado.
“El 14% del PIB de Panamá es sustentado por el sector del transporte aéreo y por los turistas extranjeros que llegan al país por vía aérea”, indica un informe del Oxford Economics.
Ante este escenario, la IATA vislumbra que unos 167 mil 600 puestos de empleos pueden perderse al final del año si la aviación comercial continúa paralizada en el país.
Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de IATA, comentó que es urgente que la suspensión que pesa sobre los vuelos comerciales internacionales y locales no se extienda más allá del mes de julio.
La semana pasada, la Autoridad Aeronáutica Civil (ACC) prolongó hasta el 22 de julio la suspensión de la aviación comercial, lo que representará 4 meses de paralización.
Cerdá comentó que incluyendo a Panamá, la aviación en la región está preparada para reiniciar operaciones, luego que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) publicara hace un mes los protocolos que deben seguir los aeropuertos y líneas aéreas para evitar la propagación del coronavirus.
En el caso de las terminales aéreas, la OACI recomienda que sólo las personas que van a viajar ingresen a los recintos aeroportuarios, siempre y cuando utilicen una mascarilla.
También sugiere que los viajeros completen su registro de abordaje de forma remota, mientras que en las aeronaves también será de obligatorio cumplimiento el uso de mascarillas, y se eliminarán los materiales impresos para reducir el contacto dentro de los aviones.
“Estamos en conversación con la administración del Aeropuerto Internacional de Tocumen y con las autoridades de salud panameñas para explicar los protocolos que ha promulgado la OACI y lo que buscamos es que se entienda que los aviones no serán un foco de propagación del virus respiratorio”, comentó Cerdá.
La IATA defiende a capa y espada la seguridad que brinda el sistema de filtro y conductos de aire en las aeronaves, asegurando que estos evitan la circulación de las gotas de agua y que cada 2 minutos se inyecta aire del exterior.
Gustavo Pérez, director de AAC, manifestó que trabajan en los protocolos que se aplicarán en el sector aéreo panameño y que en una primera fase se implementarán para impulsar los viajes domésticos, pero para lograrlo, necesitarán el apoyo de los gobiernos locales, para obtener la trazabilidad de las personas, y para cumplir con las medidas de bioseguridad.
Pérez comentó que para los viajes internacionales se analiza aplicar una medida al “One Stop Security”, que se utiliza para minimizar las amenazas en el sector aéreo, que consiste en que Panamá reconoce los protocolos de seguridad de otros aeropuertos.
“Estamos evaluando enviar una carta a la OACI para que nos autorice a realizar inspecciones en otros aeropuertos junto con personal de salud con el fin de verificar sus protocolos sanitarios”, indicó.
Señaló que el principal objetivo de la institución es recuperar la confianza de las personas para que retomen sus viajes.
Las proyecciones de la IATA van en línea con los cálculos que Copa Holdings y la calificadora BRC Standard & Poor’s han realizado sobre el impacto que tendrá la pandemia respiratoria este año.
Copa Holdings había previsto en abril que sus ingresos caerían 70%, unos 2 mil millones de dólares, a raíz de la paralización de su flota de 102 aviones y a la baja demanda que se estima se registrará hasta el mes de diciembre.
Por su parte, BRC ha proyectado que el Aeropuerto Internacional de Tocumen dejará de ingresar cerca de 116 millones de dólares debido a la Covid-19. En ambos casos, las proyecciones tiene que ser actualizadas, porque el cierre del espacio aéreo se ha extendido.