El Reino Unido y la Unión Europea (UE) acordaron intensificar los contactos para desbloquear la negociación sobre el complicado estatus posbrexit de Irlanda del Norte, tras una primera reunión cordial cara a cara entre los principales negociadores.
Buscando solucionar un conflicto que crea fuertes tensiones entre Londres y Bruselas, amenazando con convertirse en una guerra comercial, la jefa de la diplomacia británica Liz Truss recibió al vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, en el suntuoso palacete de Chevening, residencia de campo de los ministros de Relaciones Exteriores en las afueras de Londres.
La reunión se desarrolló en un ambiente cordial, aseguraron en una declaración conjunta. Acordaron que los responsables se reunirán la próxima semana para intensificar las discusiones, añadieron, precisando que planean reunirse en persona el 24 de enero y que comparten el deseo de una relación positiva entre la UE y el Reino Unido.
Comercio. Intercambio de bienes 60%
Se han incrementado las exportadores desde Irlanda del Norte hacia Irlanda desde que se estableció el protocolo especial como resultado de la implementación del brexit.
Este comunicado contrasta con los emitidos al final de las discusiones anteriores, durante las cuales Londres insistió en la persistencia de grandes diferencias y renovó su amenaza de suspender parte del controvertido protocolo de Irlanda del Norte.
Este texto, arduamente negociado en el contexto de la salida del Reino Unido de la UE, regula el comercio en esa región británica.
El gobierno de Boris Johnson quiere renegociarlo a fondo, pero Bruselas sólo propone ajustes.
Truss aseguró que quiere llegar a una solución negociada. Pero si no avanzamos lo suficiente, tendremos que estudiar las alternativas, advirtió. En respuesta Sefcovic afirmó que es hora de superar los problemas utilizando la misma flexibilidad que ayudó a encontrar un compromiso sobre el suministro de medicamentos a Irlanda del Norte.
El protocolo, que entró en vigor a principios de 2021, otorga a la región un estatus especial al mantenerla en el mercado único y la unión aduanera europeos.
Su objetivo es evitar el regreso de una frontera física con la vecina República de Irlanda -país miembro de la UE-, que podría socavar la paz acordada en 1998.
Pero a cambio impone controles aduaneros y fitosanitarios a las mercancías que llegan del resto del Reino Unido, lo que, según los británicos, provoca dificultades de abastecimiento.


