Intercambio automático con Colombia comienza este año

Intercambio automático con Colombia comienza este año


El intercambio de información financiera de manera automática entre Panamá y Colombia será una realidad este año.

El Ministerio de Economía y Finanzas publicó el pasado 7 de julio una lista con 64 jurisdicciones con las que compartirá información de sus ciudadanos este año, y Colombia figura en la relación.

De esta forma se hace oficial el compromiso alcanzado por las autoridades de los dos países, que fue confirmado por el ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, el pasado mes de marzo.

En los últimos años, la fecha límite que tenían las instituciones financieras para remitir a la Dirección General de Ingresos (DGI) la información sobre sus clientes había sido el 31 de julio.

Este año, según el Decreto Ejecutivo 343, las instituciones tendrán hasta el 30 de septiembre para enviar la información a la DGI, que, a su vez, deberá remitir los datos a sus contrapartes de otros países antes de que concluya el año.

José Andrés Romero, abogado especializado en intercambio de información para fines tributarios, explicó a este diario que la información reportada será la correspondiente a 2019.

Se enviarán los datos de personas naturales o entidades cuya residencia fiscal esté en Colombia.

El especialista explicó que hay un tercer grupo, como sociedades cuyo propósito es mantener activos financieros pero no registran operación. Esto puede ser una fundación de interés privado, un fideicomiso o una sociedad anónima, por ejemplo. En ese caso, si las personas que controlan esa sociedad tienen residencia fiscal en Colombia, la cuenta va a ser reportable a más tardar el 30 de septiembre, apuntó.

En 2016, luego de las publicaciones internacionales sobre las actividades del despacho de abogados Mossack Fonseca, el Gobierno de Panamá se comprometió a adoptar el estándar de intercambio automático de información, denominado Common Reporting Standard (CRS, por sus siglas en inglés), promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Colombia había solicitado ser reconocida como una de las jurisdicciones a las que Panamá envía información de manera automática, pero el Gobierno Nacional no había aceptado. Las diferencias en materia de intercambio de información se sumaban a las tensiones comerciales provocadas por la imposición de aranceles de Colombia a Panamá.

Ramón Anzola, miembro de la junta directiva de la Asociación de Abogados Internacionales de Panamá, lamentó que Panamá no haya adelantado parte de su agenda en la relación con Colombia. “En un universo de negociación parejo, los países se sientan en la mesa y ponen todos los temas en consideración, y Panamá tiene  temas de seguridad nacional y de comercio con Colombia muy importantes”, apuntó.

Transparencia

Con la adopción de estándares internacionales, Panamá busca sacudirse la imagen de paraíso fiscal, aunque por el momento no le ha servido al país para dejar de figurar en listas discriminatorias.

Romero explicó que por el momento no se están haciendo revisiones de pares sobre el intercambio automático de información y que la calificación que recibió Panamá como “parcialmente cumplidor” en la última revisión de la OCDE se refería a la efectividad del país en el intercambio de información a requerimiento. Como consecuencia de esa calificación, Panamá fue incluido el pasado mes de febrero en la lista de paraísos fiscales de la Unión Europea.

El director del Centro de Política y Administración Tributaria de la OCDE, Pascal Saint-Amans, crítico en el pasado las políticas de Panamá, dijo poco después que la inclusión de Panamá en esta lista de jurisdicciones no cooperantes no duraría.

“Panamá ha dado pasos de gigante para alinearse con lo que otros países hacen en términos de transparencia fiscal. Los socios de Panamá están muy agradecidos por esto”, apuntó.

En los últimos años, Panamá ha ido adoptando estándares internacionales, pero también perdiendo depósitos extranjeros en el centro bancario.

A finales de 2015, los depósitos con origen en Colombia sumaban $6,251 millones. En marzo de este año, la cifra era de $4,248 millones, aunque los expertos consultados no atribuyen la salida de depósitos solo a la adopción de los estándares de transparencia.

Anzola opina que muchos de los depósitos que han salido del centro bancario panameño en los últimos años se han dirigido a Estados Unidos, país que no adoptó el estándar CRS de la OCDE, sino uno propio y que no intercambia información. “Mientras no haya un campo parejo de competencia (level playing field), mientras el contribuyente del mundo sepa que puede poner su dinero en Estados Unidos y no va a estar sujeto a reciprocidad e intercambio de información, no hay que pensar mucho para saber dónde va a estar el dinero”, aseguró.

La presidenta de la Asociación Bancaria de Panamá, Aimeé Sentmat de Grimaldo, aunque reconoció que puede existir el argumento de que otros países no intercambian información, sostuvo que adoptar el intercambio da una imagen de adecuación a prácticas internacionales.

“Es complejo pensar que uno se puede mantener desalineado de ese estándar. Al final sería insostenible. Situaciones que te alejen de las prácticas internacionales lo que hacen es irte aislando y el sistema financiero necesita atraer recursos con todas las reglas del juego”, apuntó.

En el mismo sentido, Romero opinó que “la fortaleza de Panamá no está en ser una jurisdicción opaca. Está en el dólar, en el sistema de renta territorial y la inexistencia de un banco central que es la garantía de que no se va devaluar la moneda”.

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