El primer ministro británico, Boris Johnson, justificó ayer la necesidad de una “acción decisiva” ante el actual resurgimiento de la pandemia de coronavirus en el Reino Unido, que llevó a prohibir las reuniones de más de seis personas en Inglaterra.
En las últimas semanas, el gobierno conservador ha aumentado los incentivos para que los británicos vuelvan a las oficinas, las escuelas y los bares y restaurantes para impulsar una economía que registró una recesión sin precedentes en Europa.
Pero durante el verano ya tuvo que frenar ligeramente el desconfinamiento para reimponer restricciones locales debido a rebrotes.
Y ahora, ante un aumento de los contagios a nivel nacional, como ya ocurre desde hace semanas en otros países europeos, resolvió actuar a mayor escala. A partir del lunes, a excepción de las escuelas, lugares de trabajo y eventos como funerales, estarán prohibidas las reuniones de más de seis personas, en lugares interiores y exteriores.
