El primer ministro Boris Johnson defendió su intención de incumplir parcialmente el acuerdo de brexit frente a la “amenaza” de que la UE establezca un bloqueo alimentario en Irlanda del Norte, peligroso para la paz y la unidad del Reino Unido.
El gobierno británico presentó un proyecto de ley sobre el mercado interno en el Parlamento que le da el poder de tomar decisiones unilaterales en cuestiones comerciales en la provincia de Irlanda del Norte. Este texto, que contradice en parte el acuerdo que rige su salida de la UE, complica las negociaciones que empezaron en marzo sobre la futura relación entre el Reino Unido y el resto de Europa.
Johnson explica que se vio obligado a llegar a este extremo y reconoce que se trata de una violación del derecho internacional. Pero lo justifica por las amenazas de los europeos de destruir la integridad económica y territorial del Reino Unido mediante una interpretación extrema del texto de brexit, que sin embargo fue “negociado de buena fe”.
Se nos dice ahora que si no aceptamos las condiciones de la UE, esta utilizará una interpretación extrema del Protocolo de Irlanda del Norte para imponer una frontera comercial completa”, dijo Johnson. Según él, Bruselas no solo podría imponer aranceles a los productos que entren en la provincia desde el resto del país, sino también impedir “el transporte de alimentos hacia Irlanda del Norte”.
