“El incremento de la transmisión del coronavirus puede debilitar la demanda de los consumidores y perjudicar el turismo, el comercio y el sector de servicios en los países afectados”. Las palabras de Atsi Sheth, directora general de la calificadora de riesgos Moody’s, resuenan en el Panamá de hoy, un país que en tres días ha confirmado 14 casos de personas con Covid-19, una de ellas ya fallecida.
Ayer, el tráfico vehicular era fluido, en parte porque se suspendieron las clases, pero también porque en la ciudad capital la gente evita salir y llevar una vida a todo pulmón.
Menos compradores
A partir de hoy, el centro comercial Albrook Mall restringe sus horarios de apertura: de 11:00 am a 7:00 pm. Son dos horas menos, de acuerdo con Nadkyi Duque, presidenta de la Asociación Panameña de Centros Comerciales.
Las autoridades recomiendan evitar aglomeraciones. La vida social está en pausa. Los centros comerciales están vacíos; los restaurantes reciben pocos comensales; los hoteles son torres desoladas ante la cancelación de foros y eventos corporativos.
Si se cancelan los eventos también se frena la publicidad y la contratación de decenas de servicios profesionales.
Ciertas empresas han tomado la decisión de poner en marcha el teletrabajo para algunos de sus colaboradores, evitando multitud en las oficinas.

Los sectores vinculados con la economía doméstica, a excepción de los supermercados, serán los primeros en experimentar el coletazo del coronavirus.
Será un trimestre duro para un país que esperaba que su economía creciera entre 3.5% y 4%, según el Ministerio de Economía y Finanzas. Un cálculo que se había hecho antes de que se confirmara la llegada de la enfermedad a Panamá.
En los puertos, las actividades se desarrollan dentro de lo normal. Sin embargo, se espera que en dos semanas sí haya un impacto, según dijeron fuentes consultadas por este diario.
Esto obedece a que mucha de la mercancía que se está moviendo por vía marítima fue despachada hace más de un mes, cuando aún no se había agudizado la crisis por el nuevo coronavirus.
Ocupación hotelera caerá por debajo del 30%
La propagación del coronavirus en el mundo y su llegada al país representa un golpe para el turismo. En enero y febrero, la ocupación hotelera en la ciudad capital estaba por el orden del 40%, pero el pronóstico para los próximas semanas es que se sitúe por debajo del 30%.
Armando Rodríguez, presidente de la Asociación Panameña de Hoteles (Apatel), y Ernesto Orillac, presidente de la Cámara de Turismo de Panamá (Camtur), confirmaron que en los últimos días se han incrementado las cancelaciones de viajes a Panamá, en especial, en el segmento corporativo, que históricamente mantiene la ocupación durante los días laborales en la ciudad capital.
En febrero, se registró un repunte en la llegada de viajeros, pero el efecto positivo ya se desvaneció con la cancelación de eventos, dijo Orillac.

El presidente de la Apatel recomienda a las autoridades implementar un plan de acción una vez pase la crisis del coronavirus para incrementar la llegada de turistas.
El sector turismo, movilización, hoteles, líneas aéreas, comercio y servicios serán las actividades económicas más golpeadas, de acuerdo con la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede) y el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep). Solo Apede suspendió tres de sus más importantes foros y conferencias.
“El coronavirus está teniendo un significativo impacto negativo en la industria de la aviación a nivel global, generando quizás una de las crisis más fuertes en los últimos 25 años. Copa Airlines no escapa de esta realidad”, dijo la empresa de capital panameño a este diario.
“En tal sentido, estamos monitoreando muy de cerca la evolución de esta situación y tomaremos las medidas necesarias que nos permitan enfrentar - la situación- de la mejor forma posible”, indicó la compañía.
Mercedes Eleta de Brenes, presidenta de la Apede, reconoce que “el hecho que se cierren las escuelas y se suspendan todos los actos públicos, generará un efecto negativo alrededor de todas esas actividades. Las empresas que prestan todos esos servicios y proveedores de esos insumos verán paralizadas sus operaciones”.
Eleta sabe que es muy pronto para hablar de pérdidas económicos. “No tenemos números y no lo vamos a tener, porque se están tomando decisiones muy rápidas y cambiantes a medida que se eleva la cantidad de personas afectadas”. Sin embargo, anticipó que “la afectación económica será enorme”.
Julio de La Lastra, del Conep, indicó que los representantes de la empresa privada están muy preocupados. “Hemos estado reuniéndonos para hablar sobre las medidas a aplicar para la seguridad y bienestar de los trabajadores en las fábricas, y oficinas”, precisó.
Los empresarios conversan con el Gobierno para explicar cuáles son los impactos y las posibles ayudas para la mitigación de estos, como, por ejemplo, extender los plazos para el pagos de impuestos.



