Hoy se encontrarán nuevamente trabajadores, empresarios y representantes del Gobierno en una reunión plenaria de la mesa tripartita del diálogo, sin que se haya avanzado en ninguna de las propuestas que deben ser entregadas al presidente Laurentino Cortizo, como alternativas para salir de la crisis generada por el nuevo coronavirus y preservar la mayor cantidad de empleos.
Las comisiones han servido como un espacio para la reflexión y presentación de algunas salidas que podrían tomarse ante la crisis laboral que vive el país, pero esta instancia no ha mostrado ser eficaz .
La crisis laboral es severa y las decisiones muy complejas, por lo que una posibilidad futura es que el sector privado y los trabajadores mantengan las reuniones y discusiones a través de plenarias y no en las mesas técnicas, de acuerdo con información conocida por este diario.
El pasado lunes, la directora de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) para Centroamérica, Haití, Panamá y República Dominicana, Carmen Moreno, elogió la disposición que ha mostrado el país para encontrar una salida conjunta ante la pérdida de empleos que se avecina.
Sin embargo, en una reunión virtual con los representantes de cada sector sentados en la mesa tripartita, Moreno también hizo un llamado de atención enérgico: “es importante que den el paso para que las reuniones sean sustantivas y no tanto deliberativas sobre procedimientos”.
“El regaño fue para todos”, dijo un representante del sector privado.
La OIT llegó a mediar la última reunión de la plenaria, que había iniciado el pasado viernes y se extendió hasta el lunes 1 de junio (con sus correspondientes recesos), luego que las organizaciones sindicales suspendieran su participación en las comisiones técnicas, llamadas a generar las primeras propuestas.
Con todos sentados nuevamente en la mesa, la OIT recomendó la elaboración de una declaración conjunta entre los tres sectores, “que guiará al país a un retorno seguro y una reactivación económica diseñada con el aporte de todos”.
Ese manifiesto se debe presentar en la plenaria de hoy, por lo que hay gran expectativa para que este punto se pueda concretar.
Ayer, el representante de Panamá ante la Comisión Sindical de la OIT, Aurelio Linero, participó en encuentros con empresarios y trabajadores de forma independiente e insistió en la responsabilidad que tienen y la importancia de un consenso.
“La forma de enfrentar la situación requiere de mucha creatividad y nuevos modelos que permitan frenar la pérdida de empleos y no afectar los salarios de los trabajadores. Además de lograr, en términos generales, la búsqueda de paz social”, dijo Linero.
Cuando se instaló la mesa tripartita, se determinó que el colegiado tendría un periodo de dos meses para elaborar las propuestas que deben ser entregadas al Órgano Ejecutivo. Dicho periodo vencerá el 30 de junio.
Las presiones son enormes. El Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) registra 245 mil 344 contratos laborales suspendidos y pronostica que al final del año habrán cerca de 400 mil personas desempleadas en el país.
“Es un escenario dantesco, pero estamos convencidos que con el apoyo de todos podremos pasar esta tormenta y salir airosos. Los panameños hemos superado en el pasado difíciles pruebas y esta no será la excepción”, dijo hace una semana Julio de la Lastra, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep).
Propuestas sin consenso
El Mitradel, los sindicatos que representan a los trabajadores y los gremios empresariales están en la misma página respecto a la importancia de preservar los empleos. Aunque las propuestas presentadas no logran el consenso.
Mitradel habría propuesto que los trabajadores que están suspendidos pudiesen concretar contratos laborales transitorios con otros empleadores sin perder sus derechos adquiridos previamente, pero después de largas discusiones la idea fue descartada.
Este, al igual que otros puntos de conflicto, estaría vinculado a modificaciones del Código de Trabajo, según la mirada de los obreros, mientras que el sector empresarial argumenta que esta no es la intención, sino acordar medidas temporales que permitan a las empresas salir a flote en esta terrible crisis y, por ende, preservar la mayor cantidad de plazas de trabajo.
El sector privado ha planteado que sería conveniente un aplazamiento de negociaciones de convenciones colectivas por el término de un año, ante la falta de liquidez que enfrentarán muchas empresas.
Además, se ha presentado como una alternativa la posibilidad de extender la suspensión de los efectos de los contratos de trabajo más allá de cuatro meses, por un periodo que llegaría hasta diciembre 2020, considerando que para algunas industrias no será posible arrancar operaciones con todo su personal de forma inmediata.
Se ha estudiado la posibilidad de utilizar los fondos de cesantías que se han venido reservando por años, para dar una porción a los trabajadores suspendidos.
El fondo de cesantía es un mecanismo de reserva de recursos para garantizar el pago de primas de antigüedad e indemnización de los colaboradores, obligatorio por ley para las empresas con más de 5 empleados. La idea es que parte de estos fondos, equivalente a una parte del salario mensual de los trabajadores, sea entregada a quienes se encuentran en suspensión laboral.
Este diario ha intentado conocer algunas de las propuestas de los trabajadores pero no ha sido posible.
Cuando se reunió con los trabajadores y empresarios, la representante de la OIT reiteró que los tres actores que participan en el diálogo tienen un papel solo comparable con la reconstrucción de la economía después de la Segunda Guerra Mundial.