La gestión de riesgos cobra cada vez más importancia y requiere de un análisis multidisciplinario que permita monitorear y mitigar sus impactos. Durante los últimos 15 años he escrito sobre la gestión de riesgos y manejo de crisis como parte de los procesos de consultoría que me toca llevar a cabo.
La pandemia ha alterado dramáticamente nuestra realidad y por ende, los mapas de riesgos que hemos consultado muestran una nueva cara.
El informe Global de Riesgos es una herramienta fundamental para tener clara la mirada de los grandes líderes y expertos mundiales. El mismo ha sido preparado para el Foro Económico Mundial por Marsh McLennan, Grupo SK y Zurich Insurance Group y cuenta además con la asesoría académica de la Universidad Nacional de Singapur, Universidad de Oxford y el Centro de Gestión de Riesgos de Wharton, Universidad de Pennsylvania. Esto le da un gran valor por su rigurosidad.
El balance de riesgos plantea un futuro altamente volátil y crítico. El costo humano y económico inmediato de Covid-19 es severo. Amenaza con retrasar años de progreso en la reducción de la pobreza y la desigualdad, y con debilitar aún más la cohesión social y la cooperación mundial.
La pérdida de puestos de trabajo, una brecha digital cada vez mayor, interacciones sociales interrumpidas y cambios abruptos en los mercados podrían tener consecuencias nefastas y oportunidades perdidas para gran parte de la población mundial. Las ramificaciones en forma de malestar social, fragmentación política y tensiones geopolíticas, darán forma a la eficacia de nuestras respuestas a las otras amenazas clave de la próxima década: ciberataques, armas de destrucción masiva y, sobre todo, el cambio climático.
Entre los riesgos de mayor probabilidad se encuentran el clima extremo, el fracaso de la acción climática y el daño ambiental provocado por el hombre; así como la concentración de poder digital, la desigualdad digital y el fracaso de la ciberseguridad. Entre los riesgos de mayor impacto las enfermedades infecciosas ocupan el primer lugar, seguidas por el fracaso de la acción climática y otros riesgos ambientales; así como armas de destrucción masiva, crisis de medios de vida, crisis de deuda y avería de la infraestructura de TI.
Los riesgos económicos ocupan un lugar destacado en el período de 3 a 5 años, incluidas las burbujas de activos, la inestabilidad de los precios, las crisis de los productos básicos y las crisis de la deuda; seguidos de los riesgos geopolíticos, incluidos los conflictos y las relaciones interestatales, y la geopolización de los recursos, sumado al colapso de estados o instituciones multilaterales.
La revisión de estos estudios y la visualización de riesgos es cada vez más estratégica. No se trata de ser pesimista ni generar un ambiente tóxico, sino más bien de entender y valorar los riesgos y las realidades que enfrentamos, para desarrollar las capacidades necesarias en los Estados, las empresas y la sociedad en general, para mitigar los impactos que estos procesos pueden generar.
El autor es consultor en comunicación estratégica.