NOTA DE RIESGO

La rebaja de calificación y su efecto colateral

La rebaja de calificación y su efecto colateral
La calificación de Panamá fue rebajada por S&P debido al impacto de la pandemia en la economía y por la mayor carga de intereses generados por la deuda respecto a los ingresos. Archivo


La calificación o ‘rating’ soberano marca habitualmente el techo de las calificaciones que tienen los distintos emisores de deuda de un país.

+info

Crisis de la CSS, en la mira de calificadorasDesempeño económico y fiscal, claves para calificaciónFitch Ratings mantiene la calificación a ENSA

Así, cuando se rebaja la calificación del país, se produce un efecto dominó hacia otras entidades. Esto es lo que sucedió esta semana con la calificación soberana de Panamá y la de varias entidades, principalmente públicas.

Primero, S&P Global Ratings rebajó la calificación de riesgo a Panamá de BBB+ a BBB, como consecuencia de la pandemia en la economía y, particularmente, por la mayor carga de intereses sobre los ingresos corrientes del país, lo que reduce la flexibilidad en el gasto del Gobierno.

Luego de rebajar la calificación soberana, la agencia hizo lo propio con las calificaciones de la deuda de seis emisores: la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), ENA Master Trust, el aeropuerto internacional de Tocumen, el Banco Nacional de Panamá (BNP), el Banco General y la estructura de financiamiento de la línea 2 del Metro de Panamá.

Habitualmente, las notas de entidades públicas o privadas están por debajo de la del país, pero hay ciertas excepciones, como es el caso de la ACP, cuya calificación fue rebajada desde A hasta A-, quedando todavía dos escalones por encima del ‘rating’ soberano. La agencia señaló que si se toma en cuenta solamente el perfil de la entidad, la calificación sería de ‘aa’, “reflejando su posición competitiva única para el comercio mundial como la opción más eficiente para rutas marítimas estratégicas entre los océanos Atlántico y Pacífico”.

En el caso de ENA Master Trust, que recientemente emitió bonos por $400 millones para refinanciar las deudas de los corredores Sur y Este, la calificación de riesgo pasó de BBB+ a BBB, exactamente igual que el soberano. “En la ausencia de un riesgo del propietario, que en este caso es del soberano, la empresa tendría una calificación de a-”, dijo Leopoldo Peralta, director de Finanzas de ENA. No obstante, la nota final que se le asigna a la entidad está marcada por la nota de su propietario, que es el Gobierno de Panamá.

En el caso de Tocumen, S.A, la rebaja puede ser más significativa, ya que pasa de BBB- a BB+, es decir, que perdería el grado de inversión para S&P, aunque lo mantiene con la calificadora Fitch Ratings.

Al respecto, Tocumen dijo que la rebaja no tiene que ver con las operaciones del aeropuerto sino con la rebaja del soberano, como el resto de los casos. Tocumen agregó que “la perspectiva estable refleja principalmente que incluso asumiendo una recuperación del tráfico más lenta en los próximos 12 a 24 meses, el flujo de efectivo disponible para el servicio de la deuda y la liquidez existente deberían ser suficientes para cubrir cualquier déficit potencial”.

Bancos

La rebaja de ‘rating’ soberano también se trasladó a dos importantes bancos de la plaza. El estatal BNP pasó de BBB+ a BBB, igual que el país. La entidad señaló a La Prensa que la acción de la calificadora no se debe al deterioro del perfil crediticio del banco y destacó que la perspectiva de la calificación es estable y se mantiene dentro del grado de inversión.

El mismo movimiento experimentó la clasificación de Banco General, que pasó de BBB+ a BBB. Al respecto, Francisco Sierra, vicepresidente ejecutivo y subgerente general de Banco General, explicó que “la metodología de calificación de S&P no nos permite que tengamos una calificación mayor a la República” y destacó que el perfil propio del banco no se vio afectado, “dados los elevados niveles de capitalización que mantenemos, lo cual implica que si la República tuviese una calificación de BBB+, Banco General tuviese dicha calificación”.

S&P también rebajó la nota de la estructura de financiamiento de la línea 2 del Metro de Panamá, obra que ejecutó el Consorcio Línea 2, integrado por las constructoras Odebrecht y FCC. Para ejecutar esa obra se efectuó una emisión de deuda respaldada con los certificados de no objeción (CNOs) emitidos por la empresa pública Metro de Panamá, S.A, que están garantizados por el Ministerio de Economía y Finanzas. Por lo tanto, la rebaja en la calificación soberana también incide en la nota de esta estructura. Consultado al respecto, Héctor Ortega, director general de Metro de Panamá, reiteró que “Metro de Panamá va a cumplir con los pagos de CNOs a tiempo, como ha venido haciendo hasta el momento”.

En términos generales, cuanto mayor es la calificación de un emisor, mejores condiciones puede obtener a la hora de buscar recursos en los mercados.

Para el financista Manuel Brea, “al rebajar la deuda soberana, el efecto cascada puede afectar a las otras calificaciones y con ello el encarecimiento del costo de adquirir recursos. Sin embargo, la expectativa de una recuperación económica en los próximos años y el hecho de que el riesgo Panamá siempre ha sido bien apreciado por los mercados debido a su fundamento, pueden mitigar el impacto de la rebaja de la deuda soberana y evitar dicho encarecimiento”.

LAS MÁS LEÍDAS