Las baterías posicionarán a las energías renovables

Las baterías posicionarán a las energías renovables


Las baterías o dispositivos de almacenamiento de energía representan la gran innovación para plantas renovables en el mercado eléctrico, que darían mayor firmeza al aprovechamiento de fuentes no contaminantes.

Actualmente, las plantas fotovoltaicas y eólicas que operan en Panamá envían la electricidad que producen directamente a la red eléctrica, pero no se almacena. Igualmente ocurre con las plantas hidroeléctricas, que en su mayoría son de pasada y solo aportan energía en la temporada lluviosa.

Estas baterías, hechas de ión-litio, son similares a contenedores de cargar mercancías, que se agrupan en un área cercana a la planta de generación, algo que ya se está haciendo en Estados Unidos, donde existe un plan de incentivos y una regulación favorable para su desarrollo.

Uno de los factores que limitaba el uso de baterías era su alto costo, pero debido al desarrollo de la tecnología, su precio ha disminuido.

Con el uso de baterías, una planta solar, eólica o hidroeléctrica podría guardar electricidad para utilizar en cualquier momento del año.

Sin embargo, el gran reto es “contar con una regulación adecuada para que los que invierten en una batería para almacenar energía en su casa o en una planta solar tengan algún tipo de remuneración por los aportes que van a hacer a la red”, comenta Nanik Singh, presidente de la Comisión de Energía y Agua del Sindicato de Industriales de Panamá (SIP).

Un artículo publicado en The Wall Street Journal titulado: “El enemigo número uno del gas natural ya es una realidad: las baterías de almacenamiento”, señala que diez años después de que comenzara el auge del ‘fracking’, el combustible se enfrenta a una agitación por una nueva combinación en la red eléctrica: energía renovable y almacenamiento de electricidad.

Menciona que la empresa Vistra, dueña de 36 centrales eléctricas de gas, uno de los parques más grandes de Estados Unidos, “no planea comprar o construir más”. Por el contrario, pretende invertir más de $1,000 millones en granjas solares y unidades de almacenamiento de batería en Texas y California, en un intento por transformar su negocio para sobrevivir en una industria eléctrica que se está remodelando con nuevas tecnologías.

“No estoy dispuesto a convertirme en el próximo Blockbuster Video”, declaró Curt Morgan, CEO de Vistra. “No voy a quedarme sentado y ver cómo este negocio tradicional se debilita sin hacer nada”, dijo.

El gas natural es uno de los combustibles fósiles más limpios que reemplazó el uso de carbón para generar energía. En Panamá, el gas natural se comenzó a usar para generar energía eléctrica desde septiembre de 2018 cuando arrancó la planta que opera AES Colón con una capacidad de 381 megavatios (MW). Hay otros dos proyectos, Panamá NG Power (670 MW) y Sinolam Smarter Energy (440 MW), que no se han construido pero tienen contratos de suministro de energía vigentes.

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