La letanía del agro y la crisis del diálogo



El sector empresarial les hizo un llamado al Gobierno y a los productores nacionales para que retomen el diálogo con el que se pretende reanimar la actividad agropecuaria del país.

Las organizaciones han mediado en el conflicto ante los actos de violencia en los que terminó una manifestación del sector agropecuario el pasado martes, y con la cual quedó en evidencia el distanciamiento que existe entre los productores, que exigen la aplicación de varias medidas que el Gobierno, en este momento, no ha logrado cumplir.

La Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede) considera que asumir los acuerdos consensuados generará el clima de confianza requerido para la construcción de una política de Estado, con acciones y respuestas a corto, mediano y largo plazo que permitan el desarrollo sostenible y la competitividad del sector.

La violencia trae más violencia y no construye nada positivo, manifestó Gabriel Barletta, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, quien advirtió que la actual crisis del sector agropecuario radica en la falta de políticas de Estado.

La génesis

En agosto pasado, los productores entregaron un pliego de peticiones al gobierno de Juan Carlos Varela, en el que se establecieron nueve puntos prioritarios a cumplir.

El sector productivo reclama la eliminación del control de precios, la derogación del Decreto Ley 11 de 2006, que creó la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (Aupsa), que la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA) cumpla su rol fiscalizador, y que el Ministerio de Comercio e Industria (MICI) aumente el arancel del queso mozzarella, ya que la importación desmedida de este producto ha distorsionado la industria láctea local.

Además, solicitan aplicar medidas de salvaguarda especiales establecidas en los tratados de libre comercio, con las que se limitan temporalmente las importaciones de un producto.

También exigieron el pago atrasado de varios subsidios y la revisión de los plazos de los créditos otorgados a los productores. El Gobierno revisa las condiciones de los préstamos de la banca estatal, y se ha comprometido a pagar, a partir de enero de 2019, los fondos adeudados.

Por otro lado, el sector porcicultor está a la espera de que el MICI apruebe la medida de salvaguarda que proteja a la producción local de cerdo de las importaciones.

Este mecanismo de protección se aplica a determinados productos cuando las importaciones hayan causado o representen una amenaza para la producción local.

Los porcicultores piden una medida de salvaguarda por cuatro años y subir el arancel de importación del 70% al 100%.

También exigen renegociar los tratados de libre comercio, que según ellos solo han beneficiados a los importadores.

El MICI no ha dicho cuáles son los avances en estos temas. Ayer, informaron que no emitirán comentarios por el momento.

En tanto, Luis Carles, secretario técnico del MIDA, informó que se trabaja en un “esqueleto” para la conformación de una autoridad que reemplace a la Aupsa y que aglutine todas las entidades de sanidad, tanto vegetal como animal.

“Al final, es un tema que deberá ser decisión de la próxima administración, pero dejaremos un esquema de lo que podría ser la nueva institución”, dijo Carles.

Aclaró que no están en disposición de renegociar el tratado de libre comercio entre Panamá y Estados Unidos. “No es el momento, ni político ni comercial para iniciar la renegociación del tratado de libre comercio con Estados Unidos”, recalcó.

El Gobierno ha manifestado que está abierto al diálogo, y en los próximos días se convocará a una reunión con los presidentes de los gremios productivos para analizar lo sucedido y tomar acciones para retomar el diálogo.

Preguntas y respuestas de un experto en comercio

La letanía del agro y la crisis del diálogo

La visión de Leroy Sheffer, abogado y exnegociador de acuerdos comerciales.

¿Se puede renegociar un acuerdo de libre comercio en este momento?

Por el componente político que impone, esta debe ser la última medida a impulsar, pues no necesariamente es la más efectiva en todos los productos, y aunque los acuerdos lo permiten, es una decisión a la que se debe llegar tras evaluar profundamente la problemática existente.Antes de esta medida, es importante revisar si no existen otras acciones que de ejecutarse pudieran lograr el mismo efecto, en el evento de que lo que se busque sea limitar el acceso de algunos productos al mercado, en lugar de promover una clara política de competitividad por sector.

¿Qué tipo de acciones es posible realizar previo a la revisión de un acuerdo comercial?

*Verificar si la Autoridad Nacional de Aduanas de Panamá, el Ministerio de Salud, la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos y la Acodeco tienen los recursos necesarios para supervisar y sancionar el ingreso y la presencia de productos, inclusive de contrabando, que distorsionan al mercado;

*Evaluar si políticas coyunturales como la reducción unilateral de aranceles de importación, en productos sensibles, generaron un efecto que aún no se ha podido contener. Este es el caso del queso rayado (mozzarella) y el arroz, productos que en el caso del Acuerdo de Promoción Comercial con Estados Unidos fueron negociados con importantes niveles de protección, pero que sufrieron reducciones arancelarias en perjuicio de la producción nacional antes de la entrada en vigencia del tratado;

*Analizar si las pocas normas técnicas con las que cuenta el país son suficientes y las que existen se están o no cumpliendo;

*Estudiar si las Cadenas Agroalimentarias, creadas mediante Ley 49 de 2017, están preparadas para asumir la responsabilidad en la definición de los planes de competitividad que deben adoptarse por el Estado;

*Determinar si el control de precios ha terminado agotando tanto al Estado como a los sectores sujetos a la medida;

*Evaluar si los recursos asociados a los incentivos a la producción están llegando a los productores de forma eficiente;

* Evaluar si los productos sensibles, afectados con las importaciones, realmente cuentan con programas de apoyo para el fomento de su competitividad.

Renegociar un acuerdo comercial no debe basarse en un interés coyuntural. Debe ser una decisión de estrategia comercial con objetivos.

Válido es acotar que en productos como arroz, el acuerdo comercial con Estados Unidos aún no empieza su desgravación (por lo que difícilmente sean las importaciones vía tratado las que estén afectando a este renglón) y el caso de carne de bovino, en 2020 ya se entraría en libre comercio con Nicaragua.

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