El congreso de Costa Rica aprobó una polémica ley que autoriza la pesca con redes de arrastre, un método cuestionado por ambientalistas y pequeños pescadores que temen la destrucción de la vida marítima.
La norma, defendida por empresas de pesca industrial, fue aprobada en segundo debate con 28 votos a favor y 18 en contra, de los 57 integrantes de la Asamblea Legislativo. Los restantes se abstuvieron o ausentaron.
“Día triste para el país”, escribió en Twitter la diputada Paola Vega, del oficialista Partido Acción Ciudadana, una de las más activas adversarias del proyecto.
La nueva legislación instruye al estatal Instituto Costarricense de Pesca a elaborar en el plazo de un año un estudio para determinar la forma en que el uso de redes de arrastre para la captura de camarones no afecte la sostenibilidad de los océanos.
Ese método de pesca fue cuestionado por ambientalistas y académicos, incluyendo la Escuela de Biología y el Centro de Investigación en Ciencias del Mar (Cimar), ambos de la Universidad de Costa Rica, principal centro de estudios superiores del país.
Estas últimas instituciones advirtieron en un estudio que la pesca de arrastre “no es selectiva”, y captura en la red otras especies que no son aprovechados, y perjudican a los pequeños pescadores artesanales.
Señalaron que el uso de redes causa la muerte de aves marítimas, tiburones y tortugas, entre otras especies.
No se justifica el daño ambiental tan amplio e irrestricto que la actividad produce y su impacto a otros sectores productivos del país, de los cuales dependen miles de personas, dijeron ambas instituciones universitarias.