Limitaciones en producción presionan la cadena de distribución de autos nuevos

Limitaciones en producción presionan la cadena de distribución de autos nuevos


Las limitaciones en la capacidad de producción de los fabricantes de autos está poniendo presión en la cadena de distribución local de vehículos.

Se trata de un fenómeno internacional, del que Panamá no escapa y que se traduce en reducción de inventarios y aumentos de tiempos de entrega.

El presidente de la Asociación de Distribuidores de Autos de Panamá (ADAP), Bogdan Batinovich, dijo a este diario que el origen de los problemas de producción está en el desabastecimiento de microchips y semiconductores, lo que limita la capacidad de producción de los fabricantes y que el nivel de afectación en la capacidad para atender la demanda es desigual.

Dijo que antes se tenían vehículos en stock y que ahora habitualmente lo que llega está prevendido y se tiene muy bajo nivel de inventario.

Sobre los tiempos de entrega para los autos que no están en inventario, dijo que pueden estar entre 90 a 180 días, es decir, de tres a seis meses.

Dijo que en el caso de pedidos especiales, solían demorar unos 90 días y que ese tiempo actualmente se ha duplicado.

La situación de baja producción, unida al encarecimiento de los fletes de transporte marítimo, pone presión además sobre los precios de los vehículos.

Batinovich coincidió en que no deja de ser paradójico que luego de la afectación económica causada por la pandemia, el sector tenga más dificultades en el lado de la oferta que en la demanda, que se está recuperando.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo, en Panamá se vendieron 38,141 vehículos nuevos en 2021, una cifra que representa un aumento de 58.3% respecto a 2020 -año marcado por los cierres-, pero aún inferior a los 47,866 vendidos en 2019, último ejercicio antes de la pandemia.

En enero de 2022, se han inscrito 2,661 unidades nuevas, un aumento de 72% si se compara con los 1,547 de enero de 2021, de acuerdo a las cifras de la ADAP.

La abultada variación se explica por los cierres decretados a inicios de 2021 para contener la segunda ola del virus.

Batinovich señaló que esperan que el primer semestre del año sea similar al de 2021, mientras prevén un repunte en la segunda mitad del ejercicio, a medida que se normalice la capacidad de producción de los fabricantes.

La industria espera vender en 2022 alrededor de 45,000 unidades, una cifra que no llega al nivel de 2019, pero se va acercando.

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