El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha enviado al Congreso una iniciativa de reforma constitucional para reestructurar al sector energético y a través de la cual buscará que la paraestatal Comisión Federal de Electricidad mantenga el 54% del mercado nacional.
“El propósito de que se garantice la energía eléctrica a precios justos para todos los mexicanos, que no haya aumentos por encima de la inflación, como es nuestro compromiso”, dijo el presidente. “Tenemos que tener control de los precios de los energéticos para que no se afecte la economía popular”.
Cambiar la Constitución se considera un gran golpe para el incipiente sector energético privado después de la histórica apertura energética de México de 2013-2014, que puso fin a más de 75 años de nacionalización petrolera en el país.
Desde que asumió el poder a fines de 2018, el presidente se ha comprometido a reducir las reformas de su predecesor y priorizar las empresas estatales asediadas del país Petróleos Mexicanos y CFE, como se conoce a la empresa estatal de servicios públicos la reforma, el presidente también busca defender al litio, dejando su explotación futura en manos exclusivas del Gobierno. Las concesiones otorgadas a particulares anteriormente para la explotación de oro, plata y cobre permanecerán aunque ninguno de esos permisos podrá ser usado para el litio en el futuro, dijo el secretario de gobernación, Adán López Hernández.
México ha otorgado ocho concesiones para explotación de litio.