Tras 16 meses de restricciones, los neoyorquinos pueden ahora aprovechar una ciudad donde casi todo ha reabierto. Sin embargo, prudentes como han sido desde el inicio de la pandemia, muchos dudan aún si festejar y reanudar su vida social.
Yesenia Herra, de 33 años, organizadora de cenas y fiestas para turistas y quien “adora salir“, hizo el fin de semana pasado su primera fiesta desde marzo de 2020, invitando a unos 20 familiares y amigos para celebrar el primer cumpleaños de su hija.
Por la “seguridad” de sus invitados, “casi todos” completamente vacunados, lo organizó afuera, en Central Park, con mesas y sillas plegables, globos sujetados de los árboles y comida para alimentar a un ejército.
Más lejos, en el parque, Marcus, de 25 años, un jurista vacunado, celebraba con una docena de amigos y un DJ.
Lemuel Rodrigues, gerente de una tienda de regalos y muebles para fiestas en Manhattan, dice que los clientes recién empiezan a regresar. Aunque su tienda factura menos, saluda la prudencia persistente de su clientela: muchos neoyorquinos vacunados -más de 60% de la población adulta recibió al menos una dosis de la vacuna- sigue llevando mascarilla en la calle, aunque la obligación fue levantada a fines de abril.
¿Cuándo regresarán entonces las veladas de gala, que hacen de Nueva York uno de los lugares preferidos del jet set? La gala del Met, la mayor fiesta mundial de la moda, será el símbolo de la reanudación de los festejos: fue anulada en 2020 y este año aplazada de mayo hasta el 13 de septiembre.