La pandemia ha tenido un impacto sobre los salarios en Panamá. Hay demasiados desocupados y muy pocas plazas de trabajo, lo que provoca un ajuste en cuanto a lo que las empresas, golpeadas por la pandemia, están dispuestas a pagarle a los empleados; o lo que realmente le pueden pagar.
Decenas de comentarios han llegado a la redacción de este diario vinculados con este tema. La frustración va desde los salarios que se ofrecen hasta la disminución en la calidad de los empleos disponibles, en particular de los trabajadores que ocupan empleos de oficina, mientras que los especialistas en materia laboral reconocen que hay una escasez de personas calificadas y con talento para algunas industrias.
Así lo manifestó la audiencia que participó en el reciente Café con La Prensa, lo que se valida con los datos de la Contraloría General de la República, que precisan que en Panamá hay más de 100 mil personas buscando empleo. A octubre de 2021 había 108 mil 975 personas buscando trabajo. De este total, 57 mil 791 eran mujeres y 51 mil 184 eran hombres. La gran mayoría se encuentra en edades de entre 20 y 24 años.
Por otro lado, la data del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Inec) refleja que la media del salario en el país fue de $719 al cierre de 2021, cuando antes de la pandemia este se ubicó en $721.
En este promedio global podría reflejarse una variación mínima, pero cuando se observa la información desglosada por actividad económica se amplían las brechas salariales entre 2021 y 2019.
Por ejemplo, en la actividad de explotación de minas y canteras el salario promedio previo a la pandemia era de $1,104, mientras que al cierre del año pasado fue de $893.
Igual sucede con el comercio al por mayor, donde el salario promedio era de $739 y se ajustó a $727.
En hoteles y restaurantes, una de las actividades más golpeadas por el confinamiento de 2020, las medidas restrictivas de toda la pandemia, y la baja en la llegada de turistas, el salario promedio varió de $625.6 a $581.
En la industria manufacturera, que presentaba un salario promedio de $682, ahora se ubica en $670.
El salario en algunos sectores productivos muestra ligeros incrementos, pero no se trata de los grandes generadores de empleo.
Panamá es parte de una realidad mundial. Guy Ryder, director saliente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha manifestado que el crecimiento de la desigualdad a causa de la crisis de la Covid-19 podría dejar un saldo de pobreza e inestabilidad social y económica de enormes proporciones.
De allí que indique que la estrategia debe centrarse en las personas. “Necesitamos políticas salariales adecuadas que tengan en cuenta la sostenibilidad del empleo y de las empresas, en las que se aborden también las desigualdades y la necesidad de sostener la demanda. Si queremos reconstruir pensando en un futuro mejor, también hemos de plantearnos cuestiones incómodas, como por qué con tanta frecuencia las ocupaciones de gran valor social, como la de cuidadores y personal docente son sinónimo de sueldo bajo”.
En Panamá, René Quevedo, especialista del mercado laboral, ha manifestado su preocupación por la falta de una estrategia para generar empleos, en medio de lo que llama una “crisis de confianza” que no ayuda a atraer nuevas inversiones.
Las autoridades de trabajo han intentado explicar su posición frente a esta crítica.
Alfredo Mitre, director nacional de Empleo del Ministerio de Trabajo, dijo a este diario que durante todo el tiempo de pandemia han estado analizando la situación del mercado y su evolución, “pero presentar una estrategia de empleo sin tener un panorama de salud más claro iba a ser algo poco rentable”.
Dijo que hoy ven un panorama más estable, los niveles de vacunación han mejorado y los empleos empiezan a reactivarse, aunque lentamente.
“En ese proceso hemos estamos desarrollando proyectos y programas de empleo de forma independiente, pero ahora los estaremos agrupando en una sola estrategia que es parte de la Política de Empleabilidad que estamos trabajando con la OIT”, dijo Mitre.
De forma preliminar, adelantó que parte de la propuesta es crear un servicio público de empleo que se enfoque en cuatro ejes: orientación y capacitación para el empleo, intermediación laboral, programas de inserción y regulación de agencias privadas. “Todo esto irá alineado a un Registro Único de Buscadores de Empleo, que nos permitirá tener, en línea, un histórico de la situación socioeconómica de las personas, desde que participan en nuestras jornadas de orientación, hasta cuando son referidos, dentro de lo que hemos llamado: ventanilla única de oportunidades”.
La falta de información siempre ha sido el Talón de Aquiles panameño, una debilidad que impide tomar decisiones basadas en información y seguimiento oportuno.
Con lo que ahora se plantea, dijo Mitre, “podremos ver la perspectiva del empleo de una forma integral, tener mejores impactos con el apoyo de otras entidades y un registro de la acciones que se realizan por cada persona”.
Mitre participó esta semana junto a la ministra de Trabajo, Doris Zapata, en una reunión de alineamiento con la OIT, en Ginebra, Suiza.
Los funcionarios indicaron que en el encuentro se coordinaron oportunidades de cooperación en el desarrollo de la política nacional de empleabilidad, con un enfoque especial en poblaciones vulnerables, como jóvenes, mujeres y mayores de 50 años.
