El economista Mario Draghi, considerado el salvador del euro en 2012 durante la crisis de la deuda, aceptó gobernar Italia para rescatarla de la emergencia sanitaria, política y económica que atraviesa.
“Nunca te rindas”, es su lema, según contó a la prensa poco antes de ceder el testigo a Christine Lagarde al frente del Banco Central Europeo (BCE) en octubre de 2019, tras un mandato agitado, marcado por tormentas bursátiles y tensiones en la institución.
Mario Draghi es una persona sumamente preparada y determinada, según Giuliano Noci, profesor de Estrategia en la Escuela Politécnica de Negocios de Milán.
En ocho años bajo la batuta de Draghi, el BCE tomó medidas que eran inimaginables cuando nació el euro hace 20 años: recortar los tipos de interés hasta llevarlos a territorio negativo, inyecciones de liquidez a través de compras masivas de activos en el mercado y préstamos gigantescos a los bancos.
Mario Draghi sucedió en noviembre de 2011 al francés Jean-Claude Trichet a la cabeza del BCE, en una zona euro sacudida por la crisis de la deuda.
Desde mediados de 2012 tuvo que lidiar con un aumento en las tasas para préstamos de países con finanzas exangües, como Italia y Grecia, y con la amenaza de implosión del bloque monetario.
Apodado “Súper Mario”, el banquero central improvisó entonces unas palabras durante un discurso en Londres. Dijo estar dispuesto a lo que sea necesario para apoyar a la zona euro.
Esas palabras mágicas tranquilizaron a los mercados, espantaron a los especuladores y salvaron la moneda única.
Sus detractores, especialmente en Alemania y Holanda, denunciaron que esto alentaba a los países sobreendeudados a no reformarse y causaba la “ruina” a los ahorradores debido a los tipos de interés muy bajos.
El diario alemán Bild lo apodó el “conde Draghila”: el vampiro que “engulle nuestras cuentas hasta la última gota”.
Este italiano afable de 73 años, con cabello canoso y traje y corbata sobrios, siempre se ha cuidado sin embargo de no defender al sur.
Mario Draghi se licenció en Economía y tiene un doctorado del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Como tal lidió con las grandes privatizaciones llevadas a cabo entre 1996 y 2001.
En 2002 se incorporó a la dirección del banco estadounidense Goldman Sachs. Una experiencia por la que fue muy criticado ya que el banco estadounidense, acusado de haber disfrazado las cuentas de Grecia, encarna para muchos los excesos de Wall Street. A finales de 2005 fue elegido para restaurar la imagen del Banco de Italia, empañada por su predecesor Antonio Fazio, implicado en un escándalo bancario.
Un mandato durante el cual Draghi se convirtió en una personalidad en su país.
En enero de 2021 se creó un movimiento ciudadano para exigir que este economista inclasificable, adepto del socialismo liberal en su juventud, respetado y escuchado por todos y en el mundo entero tomara las riendas del país “para salvar a Italia”.