Semiconductor Manufacturing International Corp. (SMIC) retrocedió a un mínimo de cuatro meses en Hong Kong después de que Estados Unidos (EU) impusiera restricciones de exportación al mayor fabricante de chips de China.
Las acciones cayeron 3.9%, lo que se sumó a su pérdida de 25% para el mes. También cotiza en Shanghái y la acción de SMIC allí cayó 7% al nivel más bajo desde su debut en julio. Las empresas estadounidenses ahora deben solicitar una licencia para exportar ciertos productos al fabricante de chips, dijo el Departamento de Comercio en una carta del 25 de septiembre, revisada por Bloomberg News. SMIC y sus subsidiarias presentan “un riesgo inaceptable de desvío hacia un uso final militar”, escribió la Oficina de Industria y Seguridad del departamento.
EU por poco incluyó a SMIC en la llamada lista de entidades, lo que significa que las restricciones aún no son tan severas como aquellas impuestas a Huawei Technologies Co., de China. No obstante, el fallo contra el fabricante de chips marca una nueva escalada en la tensión entre los dos países más poderosos del mundo que ya ha afectado a otras tecnológicas chinas, como ByteDance Ltd. y Tencent Holdings Ltd.
“La restricción, una vez implementada, perjudicará gravemente las capacidades de fabricación actuales y futuras de SMIC, y la confianza del cliente”, escribieron en una nota analistas de Bernstein dirigidos por Mark Li. “Sin un suministro y un servicio constantes de EU, el rendimiento y la calidad de la capacidad de SMIC se degradarán, en tan solo unos pocos meses, para los nodos más avanzados”.
SMIC no ha recibido un aviso oficial de las sanciones, no tiene relación con las Fuerzas Armadas chinas y no fabrica bienes para ningún usuario final o uso militar, dijo la compañía con sede en Shanghái en un comunicado enviado por correo electrónico durante el fin de semana. Al comentar sobre las acciones contra SMIC, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo en una sesión informativa que Pekín “continuará tomando las medidas necesarias para salvaguardar los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas”.