Unos cincuenta expropietarios de franquicias de McDonald’s en Estados Unidos, todos ciudadanos negros, demandaron al grupo por discriminación racial por supuestamente haberles adjudicado locales con peor rendimiento que otros, acusación que la empresa rechaza firmemente.
McDonald's pone a los franquiciados negros en lugares condenados al fracaso, con bajos volúmenes de ventas y altos costos operativos, lo que continuamente resulta en menores ganancias o en pérdidas, dice la demanda presentada ante un tribunal de Illinois.
La cadena de restaurantes de comida rápida, señala también el documento, entorpece los esfuerzos de los franquiciados negros por desarrollarse adquiriendo otros establecimientos, todo para forzarlos a abandonar.
Esta discriminación conduce a una brecha entre la tesorería generada por los franquiciados negros de McDonald’s y los blancos, afirman los demandantes.
