El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) acumula un atraso en las transferencias que, por ley, debe hacer al Fondo de Ahorro de Panamá (FAP), mientras la cuenta va creciendo.
El FAP fue creado a través de la Ley 38 de 5 de junio de 2012, como heredero del Fondo Fiduciario para el Desarrollo.
El objetivo de la creación del instrumento era ir generando un ahorro nacional que se alimentaría, entre otros, de los excedentes aportados por el Canal de Panamá al Tesoro Nacional.
En 2018, se modificó la ley, para, por ejemplo, hacer que los rendimientos generados por los activos del FAP se capitalicen.
En la reforma se modificó, además, la regla de acumulación de fondos en el FAP y se determinó que, en los ejercicios 2018 y 2019, si los aportes del Canal de Panamá al Tesoro excedían el 2.5% del producto interno bruto (PIB) nominal, la mitad de ese excedente se aportaría al FAP. A partir de 2020, ese umbral bajaría de 2.5% del PIB a 2.25%.
Aplicando esa fórmula en los años 2018, 2019 y 2020 se han generado excedentes que deben ser transferidos al FAP.
En su último informe de opinión, la Comisión Supervisora del FAP, un órgano representativo de la sociedad civil dentro de la estructura de gobierno corporativo de la institución, se refiere a las contribuciones pendientes de recibir a raíz de lo establecido en la Ley 51 de 2018 y considera razonable que en los estados financieros del FAP del año 2020 se incluyera una nota reflejándolas.
Según estimaciones efectuadas por la administración del FAP y que figuran en las notas de los estados financieros, en el ejercicio 2018 se generó un excedente a favor del FAP de $37.3 millones; las cifras de 2019 resultan en una contribución para el FAP de $58.2 millones; mientras que los números de 2020 arrojan un estimado de $316 millones, según se puede leer en el documento.
En total, entre los tres ejercicios suman una cuenta de $411.5 millones. Nada de esto ha sido transferido al FAP a la fecha, a pesar de que la ley señala que el “excedente se transferirá en la vigencia fiscal siguiente después de la publicación del PIB por la Contraloría General de la República”. Es decir, que el aporte correspondiente al ejercicio 2018 se debió haber hecho en 2019, y así sucesivamente.
La fuerte caída del PIB en 2020, el aumento de los aportes del Canal, unido a la entrada en vigor de un nuevo umbral (2.25%) a partir del cual la mitad de los excedente tienen que ser transferidos, disparó la cifra.
Al ser consultado por este diario, el ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, destacó el fuerte efecto de la caída del PIB en el cálculo de los aportes, y la drástica caída en los ingresos del Gobierno en 2020.
A pesar de que la situación fiscal es compleja, Alexander dijo que el MEF va a cumplir con esos compromisos y que la idea es hacerlo este año.
El secretario técnico del FAP, Abdiel Santiago, dijo que el MEF está anuente de la situación y ha comunicado que están haciendo las gestiones pertinentes para poder cumplir.
Por su parte, el presidente de la Comisión Supervisora del FAP, Carlos Berguido, dijo a este diario que se entiende que en las circunstancias económicas y fiscales actuales sea difícil hacer estos aportes al FAP, pero sugirió darle un marco de legalidad a través de una revisión a a ley, y así salir de la situación de incumplimiento.
En 2020, el Gobierno hizo uso de $105 millones del FAP para hacerle frente a distintas necesidades causadas por la pandemia. Según la ley, el MEF puede hacer retiros en una situación de estado de emergencia con un costo asociado igual o superior a 0.5% del PIB y durante una desaceleración económica. Ambas circunstancias se producen actualmente en medio de la pandemia, así que también el Gobierno tendría opción de hacer uso de los fondos del FAP, que al 31 de marzo acumulaba un patrimonio de $1,370.4 millones.