“No será discutido”. Con estas palabras el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional, Benicio Robinson, cerró las puertas para iniciar con el mercadeo del centro de convenciones que se construye en Amador.
Sin dar mayores explicaciones, el diputado del Partido Revolucionario Democrático dijo que la comisión necesitaba conocer más detalles sobre el traslado de partida por 2.1 millones de dólares que solicita la ATP para firmar el contrato con la empresa estadounidense SMG.
La compañía fue seleccionada a finales de 2017 por el Consejo Nacional de Turismo para operar por seis años el edificio de 56 mil metros cuadrados. Dentro de las responsabilidades está la promoción del complejo y durante su presentación al sector turístico panameño había prometido que en el primer año de operación traería más de 100 eventos, con un rédito de 18 millones de dólares.
Además de los 2.1 millones de dólares que recibirá por el contrato de seis años, la compañía ganaría una comisión de 2% por la venta de licores y comida.
Debido al retraso que registra la construcción del anfiteatro, SMG pidió a la ATP eliminar las penalidades que se habían establecido si no se alcanzaba la meta fijada para 2018.
Hecho el cambio, el contrato fue enviado a la Contraloría General para su refrendo, pero la institución lo devolvió ante el vencimiento de la partida asignada dentro del presupuesto de 2018.
Por eso es necesario el traslado de partida al presupuesto de 2019 que la ATP solicita a la Asamblea.
Gustavo Him, administrador de la ATP, señaló que habrá que esperar a que tome posesión la nueva Asamblea Nacional, cuyos miembros serán escogidos en las elecciones generales del 5 de mayo.
“Nosotros dejaremos a la nueva administración todos los detalles y la importancia del contrato con SMG, y no creo que haya mayores contratiempos”, indicó.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que SMG, que administra más de 40 centros de convenciones a nivel mundial, desista del contrato en Panamá, Him comentó que han mantenido conversaciones con el grupo y que todavía está interesado en el anfiteatro de Amador.
En el contrato se había fijado que la empresa recibiría en 2018 un pago de 208 mil 650 dólares y que en los cinco años restantes la ATP pagaría en promedio 382 mil 400 dólares, hasta completar los 2.1 millones de dólares.
Además de operar y mercadear el anfiteatro, SMG debe indicar el tipo de equipos especiales que deben instalarse en el complejo.
El sector turístico califica como grave el hecho de que a esta altura no se cuente con un contrato firmado para la operación y mercadeo del centro de Amador.
Armando Rodríguez, presidente de la Asociación de Hoteles de Panamá, indicó que negociar una convención de gran tamaño puede tardar hasta dos años, por lo que se corre el riesgo de tener una estructura vacía y sin uso.
También expresó la preocupación del sector, que atraviesa una crisis de baja ocupación, de que una vez entre en operación, el administrador del complejo opte por captar eventos locales, que se han convertido en una fuente alterna de ingresos para los hoteles en la ciudad capital, ante la caída en el número de turistas al país.
Antonio Alfaro, presidente de la Cámara de Turismo de Panamá, quien estuvo presente cuando se negó la solicitud de traslado de partida en la Comisión de Presupuesto, calificó como error la postura de los diputados, y señaló que habrá que buscar las opciones para cerrar el contrato con SMG.
Obra sin supervisión
Además de negar el traslado para que la ATP firme el contrato con SMG, los diputados también archivaron la solicitud de poco más de un millón de dólares para incluir una adenda con la empresa Ayesa, que ha supervisado el avance de la obra de 209 millones de dólares.
Ayesa ayudó a la ATP a elaborar una lista de más de 2 mil 500 fallas o incidencias que se han detectado en el proyecto desde 2016 y que sirvió de base para que en febrero pasado la institución redactara una carta a las empresas China State Construction Engineering Corporation (CCA) y Construcciones Civiles Generales (Cocige) para advertirles de que anularía el contrato por incumplimiento, algo que por el momento no ha sucedido.
Him calificó como “grave” el hecho de que la construcción avance sin la supervisión de una firma externa, y aceptó que la institución no tiene la capacidad ni la experiencia para verificar los trabajos y mejoras que debe realizar CCA, ahora que la empresa panameña salió del proyecto por problemas financieros.
Entre las fallas que presentaba el proyecto hasta febrero pasado estaba corrosión en el sistema contra incendio, mala calidad en el material utilizado en algunas zonas de la obra y falencias en el sistema de enfriamiento.
El contrato con Ayesa, firmado en 2016 por de 5.4 millones de dólares, venció el año pasado y la compañía también era responsable de verificar si las facturas presentadas por el contratista correspondían al avance del trabajo realizado.
“Conversaremos con Ayesa, pero por el momento, la obra se construirá sin supervisión”, aclaró Him.
Archivan traslado para pagar $1.5 millones a Lufthansa
La Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional decidió no discutir el traslado de partida por 1.5 millones de dólares que necesita la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) para cumplir con el acuerdo de promoción compartida que había firmado con la aerolínea alemana Lufthansa por 4 millones de dólares.
El acuerdo entre Panamá y la aerolínea alemana fue firmado en 2016 y tenía una duración de tres años. El administrador de la ATP indicó que la compañía se retrasó en entregar las facturas correspondientes al año pasado, por lo que la vigencia de la partida para cubrir el monto del convenio venció el 31 de diciembre de 2018.
