El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), liberó esta semana los resultados del Informe de Riesgos Globales 2018, un documento de lectura obligada que nos permite identificar cuáles son los riesgos que pueden afectar a nuestro planeta, nuestra sociedad, las economías, a los países en particular, sus sistemas políticos y a la actividad empresarial.
Lo interesante de este informe es que permite al lector y analistas de riesgo empresarial, establecer su agenda de riesgos en función de sus propias realidades, para comprender las amenazas a las que puede estar expuesto su negocio, para establecer medidas de mitigación.
El clima extremo, los desastres naturales, los ciberataques, el robo de datos y el fracaso de la mitigación y la adaptación al cambio climático son los cinco riesgos principales que pueden suceder en los próximos 10 años, según los mil expertos que han participado en la encuesta de las comunidades del Foro Económico Mundial, los miembros del Instituto de Gestión de Riesgos y las redes profesionales del Consejo Asesor.
Tal como describe el informe, parece que la crisis económica mundial ha sido superada, lo cual ofrece un panorama positivo en esta materia y se espera un crecimiento global de 3.8% en 2018.
Pero el informe ofrece no solo un panorama de riesgos, sino la interconexión entre estos, y es aquí donde está el problema.
Si bien algunas personas disfrutan de los más altos estándares de vida en la historia de la humanidad, los desafíos globales interconectados que enfrentamos están llevando a las instituciones, comunidades e individuos a sus límites. Este es el caso del cambio climático. El año 2017 fue uno de los tres más calurosos jamás registrados, lo que es un claro signo de las consecuencias del cambio climático producido por los gases de efecto invernadero. La NASA también advierte que la tendencia de calentamiento es más fuerte en las regiones árticas, donde en 2017 se observó la pérdida continua de hielo marino.
Pues bien, el clima extremo, los desastres naturales y el fracaso de los esfuerzos por mitigar el cambio climático son los más propensos a ocurrir según el Global Risk Report.
2017 fue un año caracterizado por severos desastres naturales, con afectaciones humanas que llevaron a las familias a la tragedia y pérdidas económicas multimillonarias. La falta de acceso a agua corriente también está muy presente en los riesgos globales y es uno de los aspectos que más preocupan.
La falta de agua potable de buena calidad no solo afecta la salud de los humanos, sino también tiene consecuencias para la economía.
Los riesgos tecnológicos constituyen otra materia muy relevante en este informe de 2018.
Los ciberataques y el robo de datos son dos de los riesgos más probables. Los ataques contra empresas casi se han duplicado en cinco años, y los incidentes que una vez se consideraron extraordinarios se están convirtiendo en algo común.
Otra tendencia creciente son los ataques cibernéticos a infraestructuras críticas y sectores industriales estratégicos, lo que hace temer que, en el peor de los casos, los atacantes puedan desencadenar un colapso en los sistemas que mantienen funcionando a las sociedades.
Trump y el gordito de Corea del Norte son una amenaza para la comunidad global. El potencial destructivo de las armas nucleares conlleva un alto riesgo, según el informe. Los expertos del Foro Económico Mundial hacen hincapié en el potencial destructivo de tecnologías nucleares, químicas y biológicas.
El desarrollo de estas puede provocar crisis internacionales. La próxima semana completaré este análisis de riesgo con otros aspectos muy relevantes a considerar.
El autor es consultor en comunicación estratégica