Un negocio que se cocina a fuego lento

Un negocio que se cocina a fuego lento


En los 14 años que trabajó como tripulante de cabina de aviones, Liz Pimentel recorrió y conoció paisajes del mundo, sus gentes y los platos típicos de distintos países: del sabor de los asados uruguayos y argentinos emanaría tiempo después una idea de negocios.

Hacer un asado parece cosa simple. Basta con “hacer el fuego” y echar la carne para que se cocine lenta y precisa. No obstante, la logística detrás del festín parrillero puede ser tediosa: comprar el asado en un sitio; los elementos para cocinarlo en otro; encontrar un cocinero que sepa lo que hace.

Y es allí donde Liz decidió emprender. Después de cocinar la idea y el plan de negocios durante más de un año, abrió, en asociación con su excompañera de cabina Norma Best, BBQ Deli Market.

“La idea era tener todo en un solo lugar. Si vas a hacer un asado, conseguir todo ahí mismo y evitar hacer filas en supermercados y vueltas en el tráfico”, cuenta desde el local que abrió hace 10 meses tras una inversión de unos $50 mil.

Y, francamente, en el pequeño local ubicado en una esquina del centro comercial en Condado del Rey, hay de todo. Desde condimentos, carbón y elementos para la parrilla, hasta ceviche, vinos y cervezas varias. Pero, lo más importante, es la materia prima: la carne que vende es importada de Estados Unidos.

Liz pone candela: “el panameño no se ha dado cuenta de que es distinto hacer un asado con una carne nacional que con una carne importada”.

ESCUCHAR AL CLIENTE

En principio, el comercio funcionaba como una tienda. Uno iba, compraba lo que necesitaba y se regresaba a cocinar. Hasta que un domingo el negocio tomó un giro durante una tarde de degustación.

Tras asociarse con un empresario que hace parrilladas a domicilio (Grill Food Express), quien les provee recetas y salsas exclusivas, y siguiendo los consejos de los propios clientes, Liz y Norma decidieron empezar a cocinar la carne y ofrecer platos en el mismo local. La época de una tienda quedó en la historia.

“En las degustaciones para los clientes, todos nos decían que por qué no cocinábamos. O que les hiciéramos ahí mismo lo que compraban”, recuerda Liz, quien además tiene una empresa de administración de estaciones de combustible. “Escuchamos lo que nos pedían y nos fuimos por ese lado”.

Y el negocio ha dado un salto desde que hace dos meses siguieron los consejos de los comensales. Para Norma, es fundamental “escuchar mucho al cliente y ser empático, y darte cuenta de qué quiere y qué no quiere. Vamos probando, es ensayo y error”.

Después de los dos meses desde que cocinan in situ de viernes a domingo, tanto Liz y Norma coinciden en que diversificar el rumbo del negocio les ha funcionado. “Es lo que nos ha permitido mantenernos y seguir el rumbo: enfocarnos en qué necesita el cliente y no tener tantas cosas que tal vez no las necesiten”, agrega Liz.

Otro factor que ha ayudado a su negocio ha sido invertir en publicidad a través de las redes sociales, y no gastar en anuncios en los medios convencionales.

Además de que pautar en Instagram o Facebook es más barato que en algún diario, señalan, esto les permite tener un contacto más directo con los clientes y los curiosos que cliquean a @bbqdelimarket para conocer el menú y los servicios, como el de domicilio.

“Sí pusimos anuncios (en un medio local), pero no vimos realmente que generara un aumento en el flujo de clientes”, advierte Norma. “Cuando estás comenzando una empresa y te metes en un gasto fijo, eso a veces te puede golpear en tu flujo de caja”.

En los 10 meses que lleva abierto el local, las finanzas alcanzan para saldar las cuentas. Quedar en tablas. Aún así, ambas comerciantes confían en que su modelo de negocios exclusivo en la ciudad dará los resultados que esperan.

Para lograr que el comercio esté activo, Liz subraya que uno de los principales meollos fue la tramitología para conseguir los certificados y permisos: “Yo hice casi todo. Contratamos a un abogado y terminamos enseñándole a él. No hay claridad en los procesos”.

Por eso, para los nuevos emprendedores el consejo de Liz es armarse de paciencia y confiar en tu idea: “Más que nada es organizarse muy bien y buscar orientación de las otras personas que tienen negocio. Y no perder la fe, porque muchas veces te puedes decepcionar”.

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