“¡Estaremos mejor afuera!”, dice Maureen Martin antes del adiós británico a las reglas de la Unión Europea (UE), un sentimiento compartido por muchos habitantes del puerto inglés de Dover que votó por el “brexit”, aunque algunos no esconden su nerviosismo.
“Llevará un tiempo, pero desde un principio no tendríamos” que haber integrado la UE, continúa Maureen Martin. Preguntada por la AFP sobre lo que ocurrirá con esta histórica ruptura, la jubilada se regocija detrás de sus lentes de sol de poder finalmente “gobernarnos nosotros mismos y ser nuestros propios jefes”.
A la media noche del jueves, el “brexit” votado en 2016 se hará realidad para el país, que salió oficialmente de la Unión Europea el 31 de enero pero contó con un periodo de transición para amortiguar el golpe.
La firma in extremis de un acuerdo de libre comercio con la UE permitirá a las empresas británicas acceder al mercado único europeo sin cuotas ni derechos de aduanas.
Efecto en transporte
Dover experimentó la semana pasada, con el cierre de fronteras por la cepa del virus aparecida en el Reino Unido, las posibles perturbaciones y colas de camiones que podría generar el ‘brexit’. Miles de camioneros quedaron completamente bloqueados en el sureste de Inglaterra durante dos días tras el cierre de la frontera francesa.
Sin ese acuerdo, se hubiera podido producir cierto caos en la frontera, especialmente en Dover, principal puerto inglés en el canal de la Mancha.
No obstante, los grupos exportadores deberán rellenar declaraciones de aduanas y el gobierno británico prevé algunas perturbaciones.
Ernie Monk, también jubilado, considera que la culminación del “brexit” “debería beneficiar mucho a Dover”, puesto que “el flete circulará mucho más por aquí”.
En tiempos normales hasta 10,000 camiones transitaban por la ciudad, por lo que, a pesar del “brexit”, Monk no ve “ningún motivo” por el cual el comercio debería detenerse, prediciendo incluso que “debería aumentar, si todo va bien”.
Sin embargo, su optimismo no es compartido por todos en Dover, donde el 62% de los habitantes votó a favor de salir de la UE en el referéndum de 2016.