No hay garantías ni sana competencia para seguir en Panamá: Digicel

No hay garantías ni sana competencia para seguir en Panamá: Digicel


Después de 14 años en Panamá y una inversión que cifran en $575 millones, Digicel Panamá ha decidido salir del país ante lo que han denominado un mercado que no garantiza la sana competencia y un ente regulador que no hizo los ajustes que necesitaba un tercer y más pequeño competidor, tras la aprobación de la fusión de Cable & Wireless Panamá (CWP) y Claro Panamá.

El pasado 6 de abril Digicel Panamá solicitó su liquidación voluntaria ante los Tribunales de Justicia Civiles. Es la primera vez que ocurre un movimiento tan tempestuoso en la industria de las telecomunicaciones, con una empresa que brinda un servicio público.

Así las cosas, tras la compra de Claro y la inminente salida de Digicel, de un mercado de cuatro competidores Panamá se quedaría con dos grandes emporios dominando la plaza: CWP y Tigo.

Óscar Arellano, director de las operaciones de Digicel Panamá, habló con La Prensa y explicó sobre las presiones financieras y operativas que se están generando y que hacen imposible seguir en Panamá solo para “aparentar” que participan en un mercado donde están tres operadores.

Una parte fundamental del problema es que CWP tendría más del 50% del pastel en términos del manejo de espectro radioeléctrico que es lo que permite operar.

En función de la cantidad de espectro que disponga cada operador, así es la velocidad de navegación máxima que se podrá alcanzar, y la capacidad que tendrá para ofrecer un mejor servicio a más usuarios.

Arellano tiene apenas seis meses como líder principal de Digicel en Panamá. Antes estuvo en otras posiciones y también en otros mercados en los que opera Digicel Group. Desde un piso 49, en una torre frente a la bahía de Panamá y con más de 50 empleados a un costado, da su versión de lo que ha estado pasando.

Sorprendió que tomaran la decisión de irse tan rápido, desde que la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) autorizó a finales de marzo la compra de Claro Panamá por parte de CWP.

Hemos estado hablando con las autoridades de Gobierno, mostrando nuestra preocupación por la fusión, dada la concentración del mercado que se genera y la concentración de recursos de espectro. Y consecuentemente no tener garantías para operar como una tercera empresa, no nos dejaba mayor opción que utilizar el mecanismo de liquidación voluntaria para salir del país y de la marca.

En términos prácticos, ¿Cómo se explica esto de que los dejan con poco espacio para operar?

Si tienes una masa crítica por encima del 50% del mercado ya empiezas a tener un control mucho más amplio. Y por otro lado, la segunda práctica que tienes aquí es la de los precios predatorios que hemos denunciado.

La competencia es sana, definitivamente este no es el problema. No estamos en contra de la competencia, sino en contra de la falta de garantías para competir.

Si hubiesen sido ustedes los que fueran absorbidos por otra empresa, ¿hubiese pasado lo mismo?

No necesariamente, porque de todas las combinaciones que podrían tener en el mercado, la nuestra no genera dominio, ni términos de espectro ni de participación de clientes.

Se solía decir que el mercado era muy pequeño para cuatro operadores y dadas las inversiones que se necesitaban no había espacio para tantos.

Hay dos temas importantes, el primero es que existe una ley de consolidación en la que se exige un mínimo de tres operadores para promover la competencia y beneficiar al consumidor.

Por otro lado, en este momento todos estamos invirtiendo en tecnología, en mayor o menor escala. Hace siete días terminamos con la última expansión de 190 torres. Y tenemos la misma tecnología, a pesar de que hemos comprado la licencia LTE mucho después que los demás jugadores.

¿Exploraron la oportunidad de asociarse o vender sus operaciones?

Definitivamente. Todas las empresas exploran oportunidades, pero no se vieron operaciones viables. También se le propuso al Gobierno comprar la operación, pero no se concretó. La figura de un rescate administrativo fue parte de las comunicaciones que se le enviaron a la autoridad, como parte de las conversaciones durante los últimos meses.

Habían mencionado previamente que proponían remedios para seguir en el mercado. ¿A qué se refieren?

Se tenían que garantizar principios de equidad y velar para que los operadores que se quedaran en el mercado tuviesen igualdad de condiciones, disciplina de precios adecuada, una sana competencia, y aspectos relacionados con el acceso a infraestructura y poder equiparar estructura de costos. Todos estamos acá para hacer dinero. Todas las empresas tienen ese principio fundamental. Estos son los factores que hemos conversado con la Acodeco y la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep) ha estado al tanto de estos.

¿Toman la decisión de irse al no tener respuesta a estos puntos?

Exactamente, porque la operación no está en condiciones de seguir siendo financiada. Hemos advertido a los organismos correspondientes de nuestra situación financiera, de nuestro tema de libre competencia y es una decisión del grupo irse de Panamá.

Existe una ley de consolidación que en su momento aprobaron. ¿Siguen viéndola como positiva?

No estamos en desacuerdo con la ley. Todos los operadores acordamos que debíamos tenerla. El punto de nuestra salida es porque las autoridades aprueban una fusión en la que se genera una dominancia de mercado sin garantizar condiciones de libre competencia al tercero o al más pequeño.

Tienes un conflicto de interés entre la autoridad que regula y el operador líder del mercado [CWP], porque el Estado tiene el 49% de sus acciones.

¿Qué está pasando con los precios?

En diciembre del año pasado hicimos un reporte a la Acodeco, advirtiendo que uno de los operadores del mercado estaba ejerciendo práctica de precios predatorios. Está vendiendo el servicio muy por debajo del costo.

Si hoy día, el producto estrella del mercado es siete días de data por $5.00, cómo puedes ofrecer ocho días de data por $1.00. Esto definitivamente nos pone en una situación aún más difícil.

A partir de ahora, ¿Qué se puede esperar del proceso?

Nuestra petición de liquidación voluntaria ha sido aceptada y la justicia maneja sus tiempos. Mientras tanto, el servicio se está prestando, la red está encendida. Hemos informado a los empleados y a los clientes, quienes siguen recibiendo sus servicios e iremos viendo cómo evoluciona esto.

¿Qué pasará con sus proveedores?

Ya hemos tenido conversaciones con nuestros proveedores para que estén anuentes de nuestra situación. Estamos viendo las posibilidades que tenemos, pero es un momento incierto, evidentemente un proceso de liquidación voluntaria tiene sus pasos.

¿Qué tipo de acreedores tiene Digicel?

No tenemos deudas con bancos. Pero por nuestro tamaño, tenemos proveedores de servicios, de mercadeo, encargados de la red y torreras, que sí podrían representar un problema con el servicio en caso de que no se pueda pagar una factura, con lo que quedaría sin acceso a mis torres.

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