América Latina parece ser un territorio fértil para las fusiones y adquisiciones (F&A) de empresas en el año 2017. Las condiciones están dadas para que este año se supere el número y valor de las transacciones en relación al año 2016.
En el ámbito global la tendencia no es tan favorable. La actividad global de fusiones y adquisiciones se desaceleró bruscamente en 2016, debido a una mayor incertidumbre económica y política. El entorno de incertidumbre continuará al menos el primer trimestre de este año, por lo que se prevé un ligero descenso de las transacciones en 2017.
A pesar de ello, el año 2016 tuvo F&A de gran relevancia. Los accionistas de la cadena cervecera SABMiller aprobaron vender la empresa a Anheuser-Busch InBev, por un monto estimado de $100 mil millones, una de las mayores fusiones corporativas en la historia. Por otra parte, después de ocho ofertas millonarias, la farmacéutica y fabricante de químicos agrícolas, Bayer, logró pactar la compra por $66 mil millones de Monsanto, lo que convierte a Bayer en un gigante mundial con una cifra de negocios anual de $25,800 millones y una plantilla de casi 140 mil empleados.
A consecuencia de la caída en los precios del petróleo, la compañía petrolera Royal Dutch adquirió por $53 mil millones a su competidor británico BG Group, para formar la compañía de gas natural licuado más grande a nivel mundial.
Sin embargo, de vuelta a América Latina, nuestra región puede tener un rol protagónico este año. Para tener una idea de cómo las F&A han sido parte de la dinámica empresarial en América Latina, el año pasado se superó en un 3% las transacciones de todo 2015.
De acuerdo con el informe anual y trimestral de Transactional Track Record, el mercado de F&A de Brasil, México, Chile, Argentina, Perú y Colombia registró en 2016 un total de 2,071 operaciones, de las cuales 920 suman un importe no confidencial de $139,966 millones.
Del otro lado del Océano, particularmente en España, cuya influencia en América Latina es importante, el bufete Baker McKenzie, que se especializa en acuerdos empresariales, prevé que la actividad de F&A se recuperará en los próximos dos años, pese a los elementos de incertidumbre geopolítica, y crecerá un 41% hasta 2018.
España pasará de registrar F&A por importe $29,600 millones en 2016 a transacciones por $31,100 millones este año y por $41,900 millones en 2018.
Panamá no escapa de esta tendencia, que tiene un particular enfoque en el sector financiero. Diversos procesos de F&A en distintas industrias que se dieron en 2016 se han ido consolidando y otros tantos se prevé ocurran en 2017. Tal como lo dijo el año pasado Gustavo Villa, secretario general de la Superintendencia de Bancos de Panamá, la nueva realidad internacional que vive el sector bancario, marcada por una aversión al riesgo de los grandes bancos corresponsales, podría derivar en un proceso de fusiones y adquisiciones en la región y en Panamá.
En cualquier caso, los efectos de estos procesos y la incertidumbre que generan en los stakeholders, amerita un eficiente proceso de planificación, comunicación estratégica y gestión del cambio, que asegure la preservación de valor y un exitoso ajuste organizacional con énfasis en lo interno.
Avanza 2017, a fin de año sacaremos cuentas para conocer si estas estimaciones se cumplieron.

