Antes de que llegara la Covid-19, la ciudad de Nueva York era el hogar de muchas de las personas más ricas del mundo, un grupo de élite de 30,000 familias que ganaban al menos un millón de dólares al año.
El futuro de Gótica lo decidirá la cantidad de personas súper ricas que queden después de que termine la pandemia.
El 1% más rico de los neoyorquinos reportó un ingreso combinado de $133,300 millones en 2018, según nuevos datos publicados el mes pasado por la Oficina de presupuesto independiente de la ciudad. Pagaron $4,900 millones en impuestos sobre la renta locales, que representan el 42.5% del impuesto sobre la renta total recaudado por la ciudad.
Esos números muestran cómo las decisiones de una pequeña cantidad de millonarios y multimillonarios podrían tener enormes consecuencias fiscales para una ciudad de más de 8 millones de personas. En 2018, 1,786 contribuyentes ganaron más de $10 millones o más.
El 1% superior –alrededor de 38,700 contribuyentes– ganó casi tanto como el 90% inferior de los neoyorquinos. El 5% superior ganó más que el 95% inferior.
Los residentes más ricos de Nueva York se fueron rápidamente en marzo, cuando la ciudad se convirtió en el centro de un brote de la Covid-19 que mató a aproximadamente 1 de cada 400 residentes.
Desde entonces, algunos neoyorquinos han regresado. Muchos otros se han mantenido alejados, y los alquileres de los apartamentos de la ciudad caen a medida que suben los precios de las viviendas suburbanas. Las personas adineradas en el área de Nueva York les dicen a sus asesores que están pensando en mudarse de forma permanente, especialmente a Florida, que no tiene un impuesto estatal sobre la renta.
“Estoy respondiendo llamadas de personas que quieren salir de Nueva York y Nueva Jersey”, asegura Geoffrey Weinstein, abogado tributario de Cole Schotz. “La gente se siente más cómoda trabajando de forma remota”.
Los ingresos del 1% más rico han aumentado desde la última recesión. Para unirse al 1% más rico de los neoyorquinos en 2018, se necesitaba un ingreso de más de $811,663. Eso es más que los $493,400 en 2009, cuando terminó la recesión.
Un factor que todavía mantiene a muchas familias pudientes en Nueva York son sus servicios educativos, dice Weinstein. “El problema número uno es la escuela, para las personas que tienen hijos”.
Durante la última década, la cantidad de niños ultrarricos en la ciudad ha aumentado drásticamente, según muestran los datos de la Oficina de Presupuesto Independiente.