A diferencia de Atlapa, el nuevo centro de convenciones que se construye en la calzada de Amador tendrá la capacidad de crecer si es necesario e incrementar el área para eventos y reuniones.
El diseño que presentó el consorcio CCA-Cocige, conformado por las empresas CCA Building Panama S.A., China State Construction Engineering Corporation Ltd. y Construcciones Civiles Generales, S.A. (Cocige), contempla una ampliación si así lo quisiera la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP).
Luis Márquez, gerente general del proyecto por parte del contratista, comentó que podría añadirse un edificio al complejo, pero todo dependerá del plan maestro que adelanta el Gobierno para Amador.
El consorcio CCA-Cocige asumió la responsabilidad de terminar la obra en enero de 2016, luego de que el contratista HPC-Contratas-P&V abandonara el proyecto de 193.7 millones de dólares a finales de 2014 bajo el argumento de falta de liquidez y tras realizar los trabajos incipientes de la inmensa obra.
El consorcio está integrado en un 60% por la constructora china y 40% por la firma panameña.
Durante los últimos 12 meses la empresa trabajó en un nuevo concepto para hacer más funcional el edificio de 63 mil metros cuadrados. También se deshizo el 25% de la infraestructura que había construido HPC-Contratas-P&V.
Una vez la ATP aprobó el diseño y concepto del edificio, la compañía aceleró los trabajos y pasó de tener una planilla de 250 trabajadores a 390, y estima que entre junio y agosto aumentará a 700 obreros.
Tras una paralización de 14 meses, la construcción del centro de convenciones en la calzada de Amador registra un avance de 42%.
Según Márquez, el objetivo es terminar los trabajos de la estructura externa en el tercer trimestre del año, para proceder con las obras internas.
A diferencia del concepto de HPC-Contratas-P&V, que estaba integrado por tres edificios que combinados formaban la silueta del águila harpía, que solo podía observarse desde el aire, el nuevo edificio es una sola estructura con tres áreas que estarán integradas internamente (banquetes, exhibición y área central).
Actualmente la empresa trabaja en la zona de banquetes, pero mantiene frentes de trabajo en todo el proyecto, que se levanta en un terreno de 100 mil metros cuadrados.
En comparación con Atlapa, que tiene capacidad para 10 mil 500 personas, el nuevo complejo puede recibir entre 25 mil y 30 mil personas.
Además de los muros de concreto, que ya se levantaron en el área de banquetes, se está instalando parte de la estructura metálica que se construyó en Brasil.
Para la construcción, el contratista utiliza partes fabricadas en España y Estados Unidos, pero la cobertura externa de vidrio se fabricará en Panamá.
“Decidimos utilizar un proveedor local, porque nos acortaba el tiempo de entrega y nos mejora la producción”, acotó el gerente general de la obra.
El nuevo centro de convenciones tendrá mil 700 estacionamientos.
De acuerdo con la adenda número 3 del contrato original, firmado en 2012, y en la cual se autorizaba la cesión, el consorcio CCA-Cocige se comprometió a terminar el proyecto sin sobrepasar los 128.7 millones de dólares que todavía no se habían ejecutado.
Antes de abandonar la obra, la ATP había entregado certificados de avance a HPC-Contratas-P&V por un valor de 65 millones de dólares.
La sociedad Constructora P&V, S.A. formaba parte del consorcio HPC-Contratas-P&V. En la lista de sus dignatarios figuran Ricardo Ricky Calvo Latorraca, Mauricio Ortiz Quesada y Claudio Poma Murialdo.
Estos comerciantes fueron citados en una lista de empresarios a indagar por la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada por la presunta comisión del delito de blanqueo de capitales, todos relacionados con el proceso penal que inició la Asamblea Nacional contra el hoy exmagistrado condenado a prisión Alejandro Moncada Luna.
Además, la Caja de Ahorros en la pasada administración le aprobó una línea de crédito de $20 millones para la construcción del centro de convenciones en Amador, y otro crédito de $10 millones para el mismo fin. Por este caso, el grupo constructor mantiene una investigación por el supuesto desvío de fondos públicos.
Dentro del diseño aprobado por la ATP se contempla una futura ampliación del proyecto, que podría ser la construcción de un edificio, pero todo dependerá del plan maestro del área de Amador.
La ATP debe iniciar el proceso de selección de la compañía que se encargará de la administración del proyecto. Se tiene contemplado que sea un operador internacional con experiencia en el manejo de centros de convenciones. Hoteleros indican que el turismo de convenciones es el único que tiene el potencial para revertir la baja ocupación que existe en la ciudad capital, aquejada por una sobreoferta de cuartos debido al crecimiento descontrolado que registró este sector entre 2008 y 2012.