La construcción de la nueva terminal de pasajeros del Aeropuerto Internacional de Tocumen ha estado plagada de obstáculos y el cierre de la historia no podía ser diferente.
Luego de aceptar que no cumplirá con los términos acordados en la octava adenda, en la que se comprometió a corregir, al 30 de septiembre de 2021, los 10 mil 547 “pendientes” detectados en febrero de 2020, Odebrecht CNO sugirió dos escenarios para cumplir con lo pactado.
El primero sería contar con un plazo adicional, hasta el 31 de diciembre de 2021, para atender los puntos pendientes, trabajos que estarían cubiertos con un endoso de parte de la aseguradora ASSA, que tiene la fianza de cumplimiento por $229 millones.
La segunda propuesta es la liquidación proporcional del proyecto basado en un mutuo acuerdo, considerando el avance de los trabajos pendientes al 30 de septiembre de 2021.
Odebrecht indica que los contagios positivos de coronavirus (Covid-19) dentro de su equipo de trabajo, así como el retraso en la entrega de suministro a raíz de la pandemia respiratoria, le impiden cumplir con la entrega pactada para fin de este mes. Adicional, señala que Tocumen tiene pagos retrasados por $3.3 millones, situación que ha limitado su capacidad de acción.
De acuerdo con los términos de la octava adenda, el contratista -que ha confesado el pago de sobornos en múltiples países, incluyendo Panamá- debía corregir 10 mil 547 pendientes, por un monto de $9.7 millones.
En la última revisión que realizó el Consorcio PM Sur, contratado por Tocumen para supervisar la construcción del edificio de 116 mil metros cuadrados, el 54% de los trabajos pendientes estaba relacionado con el sistema de climatización de la terminal.
“No se ven mejoras en el rendimiento, en las reparaciones que se hicieron al sistema HVAC [climatización]”, concluye el supervisor de la obra.
PM Sur pidió a Tocumen que exija explicaciones a Odebrecht por reducir de 7 a 1 la cantidad de ductos que debían instalarse en la cocina de la nueva terminal, ya que estos trabajos no fueron autorizados.
Tras la última inspección realizada en agosto, se determinó que de los 129 trabajos pendientes calificados como de alta gravedad, Odebrecht solo había atendido un 2%, mientras que el 52% de las reparaciones eran de gravedad baja.
Tras recibir la notificación de la intención de Tocumen de resolver administrativamente el contrato por incumplimiento de la adenda 8, Odebrecht informó a la administración del aeropuerto que el costo de los 136 trabajos que se atenderán después del 30 de septiembre era de 696 mil dólares y que 34 estaban relacionados con obras pendientes y 14, con la falta de suministro; 33 eran de programación del sistema Building Management Systems (BMS), entre otros.
Personal de Tocumen informó que los trabajos de programación del BMS o sistema de gestión de edificios, es uno de los puntos críticos del incumplimiento del contratista.
Los BMS son sistemas informáticos que controlan y automatizan los elementos mecánicos, eléctricos y tecnológicos de los inmuebles, como la climatización, la iluminación, los suministros, los ascensores y los sistemas de vigilancia y contra incendios.
Raffoul Arab, gerente de Tocumen, informó que solo recibirá la obra a satisfacción cuando el contratista haya terminado.
“Tocumen solo recibirá la obra a satisfacción, cuando el contratista cumpla al 100%. La empresa tiene plazo para culminar el 30 de septiembre de 2021. En tanto, mantenemos activo el proceso de pruebas de funcionamiento y ensayos operativos para poner en funcionamiento la T2 con todos sus componentes, cuando contemos con los respaldos legales y de seguridad aeronáutica”, indicó.
La próxima semana Odebrecht debe responder a los cuestionamientos de incumplimiento hechos por Tocumen, argumentos que serán analizados por la junta directiva de la terminal aérea, que tendrá que decir cuál será el punto de cierre de la construcción de la terminal que inició en 2012.
Si Tocumen da por terminado el contrato por incumplimiento, Odebrecht quedaría inhabilitada para contratar nuevamente con el Estado. Esta decisión de cancelar el contrato probablemente genere un arbitraje entre las dos partes.
