Las exportaciones panameñas se encaminan a cerrar su segundo año de forma consecutiva con números positivos.
En esta consolidación de productos nacionales destacan el banano, cobre, carne de res, pescado y filete de pescado, y azúcar sin refinar, pero hay otros que están dejando su huella en el mercado internacional, como la naranja y saborizantes para la industria alimenticia.
Hasta octubre de 2020, el valor de las exportaciones panameñas sumaba $1,450 millones, un incremento de 17.4% en comparación con igual periodo de 2019.
El crecimiento de estos segmentos llevó a la Asociación Panameña de Exportadores (APEX) a reconocer la labor de las empresas detrás de estos productos, que encontraron en El Caribe, Centroamérica y Sudámerica clientes que reconocen la calidad del sello panameño.
En el caso de la naranja, que traspasó las fronteras en medio de la pandemia respiratoria del coronavirus (Covid-19), la producción se realiza en 500 hectáreas en la comunidad de Toabré, distrito de Penonomé, provincia de Coclé.
La producción de 2020 fue la mejor en los últimos 4 años, y no es poca cosa, ya que el año pasado se recolectaron 26 millones de naranjas de la variedad Valencia, el equivalente a 10 millones de libra de fruta.
Juan Albier, director de negocios de Cítricos de Gabriela, comentó que la compañía empezó entre 2005 y 2006 con la producción de la naranja Valencia que, a diferencia de la variedad nacional, tiene una corteza (cáscara) dura que impide que los insectos dañen su interior.
De las 500 hectáreas, 300 están dedicas a la producción de la fruta, que es una de las más buscadas por los compradores internacionales por la coloración rojiza de su jugo. Las 200 hectáreas restantes se utilizan para proteger las cuencas de los ríos, la flora y los árboles de naranja, explicó Albier.
Oportunidad
Luego de suplir a las principales cadenas de supermercados en el país y tras la saturación del mercado local entre marzo y abril, que representan los meses de mayor producción de la naranja nacional, los directivos de Cítricos de Gabriela decidieron explorar el mercado internacional y los resultados obtenidos en 2020 demuestran que fue la decisión correcta.
Luego de cerrar acuerdos con compradores en los territorios franceses en El Caribe como Guadalupe, Martinica y otros, la compañía exportó cerca de 80 mil kilogramos de fruta, todo esto en medio de la pandemia respiratoria, lo que representó un reto adicional en el manejo de la logística de enviar el producto a esa región.
La aceptación de la fruta cultivada en Toabré durante 2020 permitirá a la empresa enviar 200 mil kilos de la fruta en 2021, que representará la recolecta de 1.2 millones de naranjas.
Con esta base la compañía está tomando las decisiones que le permitirán acceder a nuevos mercados como el europeo y norteamericano. Albier señaló que trabajan para obtener la certificación Global GAP, estándares para las Buenas Prácticas Agrícolas (GAP, por sus siglas en inglés). Esta norma internacional para la producción agrícola, garantiza la producción segura y sostenible de alimentos.
Agregó que además de la calidad de la fruta, los compradores internacionales valoran el programa fitosanitario que han implementado con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, que consiste en instalar trampas en los cultivos para detectar a la mosca de la fruta, y que a la fecha ha dado buenos resultados.
Innovación e investigación
Con consumidores demandando nuevos productos, la industria de alimentos debe estar un paso adelante para satisfacer los requerimientos del mercado.
Bajo esta premisa, la compañía Flavor Infusion International, S.A. (FISA), ubicada en Panamá Pacífico, trabaja diariamente en la investigación y desarrollo de ingredientes para la industria alimenticia.
Con 8 años de operación en Panamá, luego de iniciar su recorrido en California, Estados Unidos, la compañía se ha consolidado como desarrollador y productor de sabores líquidos y en polvo, emulsiones, premezclas nutricionales, así como ingredientes auxiliares como acidulantes, edulcorantes, estabilizantes, vitaminas, minerales, cafeína, polvos de té y concentrados de jugo.
Ricardo Henríquez, gerente general de FISA, comentó que toda la investigación y desarrollo de los productos se hace en Panamá, con una plantilla de 55 colaboradores.
“Tenemos un centro de investigación y desarrollo que elabora ingredientes innovadores para la industria de alimentos y bebidas que cambia todos los días. Somos los fabricantes de ingredientes más especializados de esos productos”, manifestó.
Para lograr los estándares de la industria, la compañía destinó gran parte de su in
sión en tecnología y certificaciones para alcanzar clientes en El Caribe, Centroamérica y el Cono Sur.
Henríquez explicó que los beneficios logísticos que ofrece Panamá, así como los incentivos a la industria, llevaron a los directores de la empresa a trasladar toda su operación a Panamá Pacífico, donde operan en una planta de 50 mil pies cuadrados.
Actualmente, FISA exporta el 60% de su producción y está en búsqueda de nuevos mercados para ampliar su canasta de clientes internacionales.
Roberto Tribaldos, presidente de APEX, dijo que los logros alcanzados por las empresas panameñas tienen mayor valor si se toma en cuenta los retos y obstáculos que trajo consigo la pandemia del coronavirus.
En el caso de Cítricos de Gabriela, la empresa obtuvo a finales de 2020 el premio que entrega APEX en la categoría “Mi primera exportación”, mientras que el premio “Innovación tecnológica” fue para Flavor Infusion International.