Panamá intenta no caer en las redes rojas de la Unión Europea que tiene en la mira al sector pesquero panameño. A finales de 2019 la Dirección General de Asuntos Marítimos y de Pesca de la Unión Europea (DG Mare) sancionó a Panamá con una tarjeta amarilla por no hacer mayores esfuerzos para erradicar la pesca ilegal, no declarada ni reglamentada (Indnr).
En junio pasado el organismo europeo realizó una inspección virtual de los avances que ha registrado Panamá desde finales del año pasado, y en diciembre próximo se espera que la auditoria sea presencial.
Si la DG Mare determina que los avances no son suficientes, Panamá podría perder el mercado europeo para las exportaciones de productos del mar, lo que significaría un golpe duro para este sector, tomando en cuenta que 90% del atún que exporta Panamá tiene como destino Europa.
Flor Torrijos, Administradora de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), comentó que el país ya está cumpliendo con la trazabilidad, uno de los requisitos primordiales exigidos por los países europeos.
Durante un recorrido en el puerto de Vacamonte, la funcionaria dijo ayer que la ARAP ya forma parte de la Ventanilla Única Marítima de Panamá (Vumpa). “Ahora, todas las instituciones podrán ver en línea y con una antelación de 96 horas toda la información de los buques que ingresen al mar territorial panameño, lo que nos permitirá ver la trazabilidad de la embarcación, el producto, y la cuota de pesca, no solo con Panamá, sino con otros países”, explicó.
La directora de la ARAP informó que la próxima semana la Comisión de Asuntos Agropecuarios de la Asamblea Nacional iniciará la discusión en primer debate del proyecto de ley 131 que reemplazará la Ley básica de pesca Nº17, promulgada el 9 de julio de 1959. Este es otro de los cambios solicitados por la DG Mare.
El proyecto de 155 artículos reglamenta actividades como la acuicultura, pesca deportiva, industrial y artesanal. Además establece conceptos nuevos como pesca de consumo doméstico, antes conocida como pesca de subsistencia, y crea y define la pesca artesanal.
Tomás Villa, representante de la Asociación Nacional de la Industria Pesquera Panameña, comentó que la industria debe apostar a las certificaciones de pesca sostenible y responsable, una de las falencias actuales del sector pesquero panameño que provocó la tarjeta amarilla por parte de la DG Mare.
“Los mercados internacionales cada vez son más exigentes y es tiempo de que el sector pesquero industrial avance y apueste a las certificaciones para ingresar a nuevos mercados”, agregó.