La emergencia de salud pública mundial ocasionada por el coronavirus (Covid-19) se convirtió en una situación extraordinaria y sin precedentes.
Las relaciones contractuales en el sector marítimo, a través del cual se mueve el 90% del comercio mundial, fluían con normalidad. Pero cuando azotó el virus, mucha mercancía no llegó a su destino, y en el caso de los productos perecederos se reportaron grandes pérdidas.
Parte del problema es que antes de que se aplicara la cuarentena en la mayoría de los países, ya se había cortado la cadena de suministro por el brote de la Covid-19 en China y Europa, lo que generó problemas para dejar la mercancía en su respectivo puerto de destino.
Los ejemplos sobran y Panamá ha experimentado la tragedia. Los últimos embarques de sandía y melón enviados desde el país a Europa se perdieron porque se cerraron algunos canales de comercialización.
También hubo una afectación en la relación contractual entre los armadores y la tripulación, pues decenas de trabajadores se han tenido que quedar a bordo de los buques por seguridad sanitaria.
Los navieros estiman que tomará meses o quizás años para regresar a una nueva normalidad en los distintos segmentos del sector marítimo.
Con la lección aprendida, será necesario incorporar cláusulas de pandemia dentro de los contratos, reconoce el empresario Marcos Guerra, de CB Fenton, empresa que se dedica al transporte de graneles secos.
Guerra menciona la situación de India, donde viven más de mil millones de habitantes. Debido a la pandemia, el Gobierno de ese país decretó cuarentena total por fuerza mayor. “Eso quiere decir que no cumplirán sus compromisos, tanto para entregar como para recibir carga”, dijo Guerra, durante un foro virtual de Universidad Marítima Internacional de Panamá y la Cámara Marítima de Panamá.
Los contratos navieros no se están honrado por fuerza mayor y en estos documentos no existían cláusulas donde se detallara qué ocurría si se diera una pandemia o una crisis de salud provocada por un virus, añadió.
Algunos de los conflictos entre armadores, fletadores y clientes han llegado a las cortes de justicia para determinar si esto es considerado fuerza mayor, pero aún no han concluido los procesos.
Consultada sobre este tema, Jazmina Rovi, abogada y presidenta de la Asociación Panameña de Derecho Marítimo, reconoce que la pandemia ha dado lugar a una situación de potencial incumplimiento en una gran cantidad de contratos en toda la cadena de suministro.
Sin embargo, explicó que la pandemia sí califica, sin mayor dificultad, dentro de los supuestos que ya existen en nuestra ley, que es el de fuerza mayor y caso fortuito.
En cuanto a la aplicación de contratos a futuro, dijo que depende de cada sector y seguramente habrá algunas actividades que luego de la experiencia de la Covid-19 tendrán que ser más específicos en los acuerdos contractuales.
Es otro giro que ocurre en la industria marítima y que obligará a hacer adecuaciones, tal como ha ocurrido en el pasado.
Los expertos apuntan hacia los cambios tecnológicos, que entre otras cosas permitirá buques más eficientes y autónomos, sin la necesidad de llevar una tripulación a bordo.