Petróleos Mexicanos, la petrolera más endeudada del mundo, recibirá una inyección de capital del Gobierno por $3,500 millones para pagar la creciente deuda y ayudar a revertir las caídas de la producción de petróleo a largo plazo.
La estatal mexicana recibirá los fondos como parte de una operación de gestión de pasivos que incluye la emisión de nuevos bonos denominados en dólares y la compra de valores en circulación, según un comunicado de Pemex publicado este lunes.
El último esfuerzo del presidente, Andrés Manuel López Obrador, para mostrar su apoyo a la petrolera, que tiene un legado de 90 años en el país y durante muchos años proporcionó una gran parte del presupuesto federal, se produce después de más de una década de caídas en la producción y una limitada inversión en nuevos campos.
Si bien el anuncio pareció brindar cierto apoyo a corto plazo para la atribulada empresa, los analistas se muestran escépticos de que este sea suficiente para reactivar las operaciones.
“Parece continuidad de lo que han venido haciendo: una transferencia directa del Gobierno mexicano, y tratar de cambiar la deuda de corto y mediano, a largo plazo”, dijo Alejandra León, directora de upstream para América Latina de IHS Markit.
“La parte crítica de si hay cambios en la operación que generen recursos suficientes para hacer frente a la deuda sigue en suspenso”.
León dijo no poder estar segura de que las transacciones anunciadas reduzcan en última instancia la carga de deuda de Pemex, dado que los detalles sobre los planes para recomprar algunos pagarés y emitir nuevos bonos no estaban todavía claros.
Aún así, los inversionistas parecían animados, en tanto que los bonos de referencia de Pemex con vencimiento en 2031 subían 1.2 centavos a 96.5 centavos por dólar, reduciendo su rendimiento a 6.4%.