Antes pensaba que las personas a quienes les iba bien en la escuela eran “las” inteligentes y que leer rápido o escribir bien, eran señales de entender.
Ahora pienso que la gente que no lee rápido y no escribe bien no es deficiente de nacimiento, sino se han hecho deficientes en un sistema escolar que equipara la habilidad escrita por la inteligencia – sin reconocer todos los otros tipos de habilidades e inteligencias como igualmente importantes.
Antes pensaba que sentir estrés era un componente necesario e inevitable de hacer algún trabajo con significado. Ahora pienso (todavía pienso) que el estrés es un componente inevitable, pero no necesario, y que manejarlo adecuadamente nos permitirá disfrutar no solo del resultado, sino del proceso también.
Antes pensaba que enseñar emprendimiento significaba compartir conocimiento acerca de la mentalidad y la actitud con la que había que enfrentarse a las tareas.
Antes pensaba que enseñar emprendimiento era más fácil con motivación en el proceso. Ahora pienso que enseñar emprendimiento requiere compartir conocimiento, construir motivación y modelar estrategias para que cualquier estudiante pueda aprender a ir de la idea a la acción.
Antes pensaba … ahora pienso es una rutina de pensamiento del programa de Pensamiento Visible de Project Zero. Esta es una sencilla herramienta que nos abre la puerta para reflexionar y comparar nuestro pensamiento en dos momentos distintos. Antes pensaba … ahora pienso es un ejercicio que nos permite monitorear nuestro progreso: 1) ver cuánto hemos estado expuestos a información nueva, 2) y cuán abiertos hemos estado a informar nuestras opiniones basándonos en nuevo conocimiento.
Comparto esta rutina de pensamiento a dos lunes de culminar el año para invitarte a reflexionar: qué pensabas antes (qué has aprendido este año), y qué piensas ahora acerca de 2-3 temas importantes en tu vida. Realizar este ejercicio te permite: revisitar conceptos a los que estuviste expuesto y hacer visibles tus aprendizajes importantes de este año.
Realizar este ejercicio (o intentarlo al menos) también nos permite hacer visible cómo actualizamos nuestras opiniones acerca de algunos temas, pero otros temas se quedan intocables, inmóviles, inexpuestos a la evolución. (“inexpuestos” no está en el diccionario, pero ustedes me entienden).
Vivimos en una era de sobredosis de información, pero muchas veces, nos quedamos expuestos una y otra vez a la misma información y a los mismos puntos de vista.
Nuestra evolución personal y colectiva depende, en gran parte, de estar abiertos a cambiar nuestras opiniones al enfrentarnos a nueva información. Solo así, podemos permitir que el conocimiento vaya informando nuestras acciones, decisiones e incluso narrativa del mundo que nos rodea.
Para todos será fácil pensar cómo nuestra opinión evolucionó acerca de los temas cómodos o interesantes para nosotros. Igualmente, para todos será más difícil encontrar evolución acerca de temas más incómodos.
Si te interesa seguir evolucionando de manera integral, te invito a que consideres añadir a tu lista de tareas para 2018, qué vas a hacer para aprender acerca de algo nuevo, considerar un nuevo punto de vista o estar expuesto a algo a lo que no has estado expuesto antes. Será incómodo, pero valdrá la pena.
La autora es promotora de emprendimiento