Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos llamaron a proteger el suministro energético en el golfo, dos días después de los ataques contra buques petroleros, uno de los cuales se dirigía hacia un puerto emiratí.
La tensión en la región subió otro peldaño luego de los ataques contra estos buques cisterna en el golfo de Omán, atribuidos rápidamente por Estados Unidos a Irán, que desmintió toda implicación.
Emiratos Árabes Unidos, con costas en el golfo de Omán, exhortó a las potencias mundiales a cooperar para garantizar la navegación internacional y el acceso a la energía, en declaraciones de su ministro de Relaciones Exteriores, jeque Abdulá bin Zayed Al Nahyan, durante una cumbre en Bulgaria.
Arabia Saudita, aliado de Emiratos y gran rival regional de Irán, pidió de su lado una respuesta rápida y decisiva a las amenazas contra el suministro energético.
Debe haber una respuesta rápida y decisiva a la amenaza contra el suministro energético creada por los recientes ataques terroristas en el golfo dijo el ministro saudita de Energía, Khalid Al Falih, según la cuenta Twitter del ministerio.
Los ataques tuvieron lugar cerca del estrecho de Ormuz, por el que transita un tercio del petróleo transportado por vía marítima en el mundo. Los precios del crudo se dispararon desde entonces.
El ministro emiratí también pidió una desescalada, en plena guerra verbal entre Washington y Teherán.
“La región es compleja y tiene muchos recursos, ya sea gas o petróleo, que son necesarios para el mundo. Queremos que el flujo de esos recursos siga siendo seguro para garantizar la estabilidad de la economía mundial”, declaró.


