El presidente de Bolivia, el izquierdista Luis Arce, anunció que decidió derogar una polémica ley de blanqueo de capitales que condujo a sectores opositores a iniciar un paro indefinido hace seis días.
“Hemos tomado la decisión de abrogar la Ley 1386, con el objeto de allanar el camino para que no exista el menor pretexto para seguir enlutando, para seguir maltratando, para seguir paralizando nuestra economía”, dijo Arce.
Las protestas, caracterizadas por marchas y bloqueos de calles, han derivado en enfrentamientos entre manifestantes, la policía y grupos afines al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), y han dejado más de cien detenidos y varios heridos.
La cuestionada ley, aprobada en agosto, establecía que la estrategia contra la legitimación de ganancias ilícitas y el financiamiento al terrorismo “podrá ser ajustada por el Ejecutivo (...) mediante decreto”.
Esto causó inquietud en la oposición, que temía que fuera a ser usada como herramienta de persecución política.