De las 145 hectáreas de tomate industrial que se programa sembrar en la provincia de Los Santos, 40 hectáreas serán de la semilla Ipala F1, una nueva variedad con la que se pretende alcanzar la cuota pactada con la empresa Nestlé Panamá para el ciclo agrícola 2019-2020.
El cultivo de este híbrido comercial importado de El Salvador requiere menos plantas por hectárea que las utilizadas con las variedades tradicionales T7, T8 y T9 y sus rendimientos por hectárea también son superiores a las semillas criollas tradicionales, manifestó Celestino Rivera, presidente de la Asociación de Productores de Tomate Industrial.
Además, el tomate de la variedad Ipala F1 se distingue por un brix o cantidad de azúcar en el fruto de entre 5.5 grados y 5.9 grados, mientras que las variedades tradicionales T7, T8 y T9 alcanzan un brix de 4.8 grados.
En la provincia de Los Santos, 75 productores iniciaron el pasado lunes 9 de diciembre la siembra de tomate industrial para el ciclo agrícola 2019-2020.
Con esta semilla se pueden obtener más de 2,000 quintales por hectárea y la meta de los productores es utilizar esta semilla híbrida en toda la producción del fruto industrial, dijo Rivera.
El objetivo de los productores es aumentar el uso de esta semilla híbrida para reemplazar completamente a las semillas tradicionales.
El quintal de tomate se pagará al productor a 8 dólares.
Los productores que superen los 1,400 quintales por hectárea recibirán 7 dólares por quintal porque se pagará como excedente, detalló Rivera.
Adicional, los agricultores que logren superar la cuota de mil quintales por hectárea recibirán un bono estatal de productividad de un dólar adicional por quintal, según lo establecido en la Ley 107 de Incentivos a la Producción de Granos.