Proyecto de hidro Bocas del Toro, vigente

Proyecto de hidro Bocas del Toro, vigente


Luego de más de 10 años, el proyecto hidroeléctrico Bocas del Toro (antes Chan II) sigue con vida. La estatal Empresa de Generación Eléctrica, S.A. (Egesa) licitó la renovación de la fianza de cumplimiento como garantía para el contrato de concesión del proyecto. En 2017, Odebrecht devolvió la concesión de esta hidroeléctrica tras un acuerdo con las autoridades y después de que la constructora brasileña reconoció el pago de sobornos.

La propuesta de fianza de cumplimiento por un año o hasta septiembre de 2022 es por $506 mil y tiene como único proponente a la Internacional de Seguros, S.A., según la licitación excepcional, publicada por Egesa en Panamá Compra.

Esta fianza de cumplimiento la debe consignar Egesa como promotor ante la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP), junto con el contrato de concesión para garantizar el cumplimiento de los términos y condiciones del mismo.

La concesión del proyecto hidroeléctrico Bocas del Toro tendría una capacidad de 223.8 megavatios (MW) y fue otorgada originalmente en 2013 a Egesa. Luego se convocó a una licitación en 2014, en la cual se seleccionó a Odebrecht Energy Luxembourg, después denominada Odebrecht Latin Finance, como socio estratégico para la conformación de la empresa de capital mixto Changuinola II, S.A., que desarrollaría la hidroeléctrica.

Esta licitación se adjudicó a semanas de que culminara el gobierno del presidente Ricardo Martinelli y después de que la ASEP, a cargo de Zelmar Rodríguez, en 2011, cancelara la concesión a la empresa AES Changuinola, al señalar que, con esta obra, el grupo AES controlaría más del 25% de la generación de energía en el país, hecho que no permite la legislación.

En abril de 2017, tras los escándalos de corrupción que vincularon a Odebrecht, el Gabinete del entonces presidente Juan Carlos Varela autorizó a Egesa a suscribir el acuerdo de terminación por mutuo consentimiento del contrato de asociación 2014-07 con Odebrecht Latin Finance; así regresó la concesión a Egesa, sin costo para el Estado.

El 18 de octubre de 2018, Egesa solicitó formal prórroga a la ASEP en los plazos establecidos en el contrato de concesión 72, para que el inicio de construcción del proyecto se extendiera hasta el 15 de enero de 2022 y el plazo para la terminación de dichas obras e inicio de operaciones de la central hidroeléctrica se aplazara hasta el 15 de febrero de 2027.

En ese momento, se informó que la junta directiva de Egesa estaba en un proceso de revisión integral del proyecto hidroeléctrico Bocas del Toro, lo cual comprendía la actualización del pliego de cargos y los estudios para convocar la nueva licitación para la construcción del referido proyecto, entre otros.

La administración del presidente Laurentino Cortizo ha ejecutado otras acciones para mantener con vida este proyecto, como elaborar informes semestrales de seguimiento al cumplimiento del estudio de impacto ambiental. Este diario solicitó a Egesa, que actualmente tiene como gerente a Carlos Carcache, los datos actualizados del proyecto, pero se informó que no podía suministrarlos inmediatamente.

Tras el surgimiento de las energías renovables no convencionales (solar y eólica), las hidroeléctricas representan un mayor costo de inversión, además de los efectos sociales sobre las comunidades que estén radicadas en el área donde se vaya a desarrollar el proyecto.

Uno de los mecanismos de inversión que explora Egesa es la Asociación Público Privada. Consultado sobre las posibilidades para que este proyecto se concrete, Ramiro Troitiño, presidente de la Cámara Panameña de Generadores Hidroeléctricos, dijo que depende del precio de la energía contratada, ya que los precios actuales de mercado son muy competitivos.


La pasada administración trató de encontrar un socio que hiciera la inversión calculada en mil millones de dólares, pero no lo logró.

Esta central hidroeléctrica utilizaría las aguas del río Changuinola y estará ubicada en el corregimiento de Valle de Riscó y en áreas de los corregimientos de Cochigro y Nance del Riscó, dentro del área protegida Bosque Protector de Palo Seco, todo dentro del distrito de Changuinola, provincia de Bocas del Toro. Sería la última hidroeléctrica con embalse que se desarrollaría en el país. Para transportar la energía desde Bocas del Toro hasta Panamá se utilizaría la cuarta línea de transmisión, que también está en planes de construcción.

En el mercado hay 50 hidroeléctricas y 30 agentes

Panamá cuenta con 50 centrales hidroeléctricas repartidas entre unos 30 agentes del mercado. La empresa que tiene la mayor instalación es AES Panamá, con 553.96 MW, equivalentes al 15.05% de la instalación total del país, según se detalla en el plan indicativo de generación 2020. Además de esto, AES participa en la Central Changuinola 1 (222.17 MW). En su mayoría, las centrales hidroeléctricas se encuentran en la región occidental de la República. En total, la provincia de Chiriquí cuenta con 1,253.97 MW instalados, seguido por las provincias de Panamá, con 260 MW; Bocas del Toro, con 253.48 MW; Veraguas, con 28.64 MW, y Coclé, con 6.71 MW.

Las centrales hidroeléctricas con los mayores embalses son Fortuna, con 300 MW, en Gualaca, y Bayano, con una instalación de 260 MW. Según cifras del Centro Nacional de Despacho, la energía proveniente de centrales hidroeléctricas para el año 2019, en promedio, cubrió el 46.5% de la demanda, teniendo en el mes de octubre el máximo aporte del año, con 64.9%, y febrero el mínimo, con un 21.4%.

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